Mientras que las importaciones de acero turco se disparan un 47% en enero, la producción nacional cae en todos los ámbitos.
Las importaciones españolas de acero experimentaron un notable crecimiento interanual, del 47 por ciento, en enero pasado superando los 1,2 millones de toneladas. En el arranque del año destacaron las compras de acero turco, que prácticamente se triplicaron en relación al mismo periodo de 2021, hasta las 259.000 toneladas, según los últimos datos publicados por el Icex. De este modo, las acerías otomanas se situaron como las principales suministradoras internacionales de la economía española.
En este capítulo destacaron, igualmente, los incrementos del acero procedente de Rusia (96.000 toneladas) e India (70.000 toneladas), cuyo volumen se multiplicó por 2,3 veces con respecto a enero del año pasado, y de Taiwan (83.000 toneladas), que prácticamente se cuadruplicó en el periodo. Las exportaciones españolas de acero también crecieron en los últimos doce meses, aunque lo hicieron a un ritmo mucho más contenido, concretamente al 15 por ciento, alcanzando las 567.000 toneladas.
Francia repitió, un mes más, como el principal destino exterior de la producción nacional. En total, las acerías españolas enviaron al mercado galo 129.000 toneladas, un 8 por ciento más que en enero de 2021.
A continuación se situaron, en orden de importancia, clientes portugueses con 90.000 toneladas (+26%), italianos con 63.000 (-7%), alemanes con 43.700 toneladas (+56%) y turcos con 36.000 (+76%).
Por lo que se refiere a las exportaciones de la industria tubera española, en enero se desplomaron un 39 por ciento en términos interanuales, hasta apenas 32.000 toneladas. De poco sirvió el incremento de las vendidas a la economía estadounidense, que se multiplicó por más de cinco veces. EE.UU. apenas concentró 4.000 toneladas y, aún así, se situó como el tercer destino foráneo de los tubos fabricados en España, solo por detrás de Francia, que absorbió 12.000 toneladas (-27%), y de Portugal, que recibió 5.000 (-40%).
Por otra parte, las estadísticas del INE ponen de manifiesto un paulatino deterioro de la producción española de básicos de hierro, acero y ferroaleaciones en el inicio del presente ejercicio. En concreto, según los últimos datos publicados, en febrero la actividad de este sector descendió casi un 4 por ciento (variación de la media en lo que iba de año) tras corregir los efectos estacionales y de calendario. Como referencia, en enero del presente ejercicio el descenso era 1,6 puntos inferior y en diciembre de 2021 crecía un 23 por ciento.
En cuanto a la producción tubera, la evolución resultó más positiva. La actividad creció a un ritmo del 15 por ciento, siete puntos superior al mes anterior y seis más que al cierre del pasado ejercicio.
A la espera de como afecte en las estadísticas de marzo la incidencia de la huelga en el sector del transporte, el descenso de la colada nacional en los primeros dos meses del año ha venido marcada, indudablemente, por el incremento de los precios, tanto de la energía como de las materias primas. En el caso de esta última, como referencia, la chatarra vieja (E1) incrementó su precio casi un 7 por ciento solo en los dos primeros meses de este año (un +11% en todo 2021), según la asociación alemana de la chatarra (BDSV).
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