La recuperación no llegará hasta el 2024, y la previsión de 2023 es un drástico descenso según Eurofer
Eurofer prevé que el consumo aparente de acero de la UE caiga un 1,6 por ciento este año, “preparando el terreno para la cuarta recesión de la demanda de acero en cinco años”. Y es que sus últimas estimaciones respecto al cierre de 2022 también contemplan un retroceso anual (-4,6%), superior incluso al fijado con anterioridad (-3,5%). Así las cosas, habría que esperar hasta el próximo año para vislumbrar una recuperación (+1,6%) del consumo aparente en Europa, aunque siempre “sujeta a una elevada incertidumbre” condicionada por la evolución de los precios de la energía, la invasión rusa de Ucrania y el impacto de esta tanto en la inflación como en las cadenas de suministro mundiales.
Por otra parte, los últimos datos del Icex ponen de manifiesto una moderación en la caída interanual de las exportaciones de acero, que en noviembre de 2022 se sitió en el 12,4 por ciento, ocho puntos menos que el mes anterior. Aun así, en los once primeros meses del año se registró un descenso del 15,7 por ciento, hasta los 6,31 millones de toneladas.
En sentido inverso, las importaciones crecieron en noviembre (+2,4%) en el periodo interanual, tras el retroceso máximo del mes anterior (-32,1%). De este modo, en el periodo enero-noviembre moderaron su contracción hasta el 5 por ciento, alcanzando los 9,20 millones de toneladas. En cuanto a las exportaciones de tubos, el retroceso (-36,2%) se mantuvo particularmente alto en noviembre, si bien disminuyó en relación al mes precedente. En el acumulado anual, las ventas exteriores de tubos apenas alcanzaron las 441.000 toneladas (-33,4%).
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