Es imposible imaginar el mundo sin la numeración indo-arábiga, con los números del 0 al 9. Sin este sistema, la ciencia moderna y muchos avances tecnológicos, que ahora damos por sentados, no existirían. Sin embargo, se tardó más de 500 años en implantarse en Occidente sustituyendo la numeración romana y los empresarios, hoy en día, tienen mucho que aprender de ello. La necesidad de mantener el status quo, es algo habitual e inherente al comportamiento natural humano en cualquier campo, incluyendo la gestión empresarial. Las fuerzas internas que se oponen a cualquier cambio en asuntos pregonados durante siglos son poderosas incluso cuando las nuevas alternativas son infinitamente superiores. Ese status quo en las empresas es el axioma de que el beneficio es un resultado que se obtiene en un evento al final de cada ejercicio fiscal. Desde un punto de vista contable y aritmético, tiene perfecto sentido. Sin embargo, desde un punto de vista conductual, dejar el beneficio para el final, es un enfoque peligroso. El culpable de esto es la fórmula que utilizamos para calcularlo:
Ventas - Gastos = Beneficios.
Con esta fórmula ponemos énfasis en las ventas y los gastos con la “esperanza” de que al final obtengamos beneficios. Cosa altamente improbable ya que una consecuencia natural de intentar aumentar las ventas es que los gastos aumentan. La solución a esto es sencilla pero requiere del paso más importante: ser capaces de dejar atrás el status quo y adoptar nuevas fórmulas que implican modificar la estructura de cómo la tesorería circula por la empresa. La nueva manera de pensar acerca de los beneficios de una empresa:
Ventas - Beneficios = Gastos.
Los beneficios tienen que pasar al primer miembro de la ecuación de beneficios y dejar de considerarse como “lo que sobra” al final. Ahora se abren las puertas a nuevos avances en la manera de gestionar las empresas de la misma manera que la numeración indoarábiga trajo avances en la ciencia que supusieron un antes y un después. Con esta nueva fórmula es posible desarrollar un nuevo sistema de gestión de tesorería y una estrategia que permite ser rentable de manera permanente. Este nuevo método se llama Profit First y ya está siendo usado por más de 300.000 empresas a nivel mundial. Cuando analizamos la nueva fórmula: “Ventas - Beneficios = Gastos”, de inmediato observamos que de repente el presupuesto para los gastos ha disminuido. Lo que “sobra” ahora al final son los gastos y es lo único disponible para operar la empresa de manera viable.
"¡Pero eso es imposible! Jamás podría gestionar mi empresa con menos gastos", exclaman muchos empresarios. Pero la realidad es que somos expertos en esto. Nuestra conducta natural humana ha sido entrenada durante millones de años en gestionar alternaciones de épocas de bonanza con épocas de escasez de recursos. Es la máxima de la Ley de Parkinson, enunciada por el británico Cyril Northcote Parkinson, que afirma que “si tienes un recurso disponible, lo consumirás hasta gastarlo todo”. Así que los gastos se ajustarán al presupuesto disponible. Cuando administre la tesorería de esta manera, su conducta cambiará. Deberá agudizar el ingenio, ser más creativo e innovador y arreglárselas para hacer más con menos.
Esto nos lleva a un nuevo paradigma: “El beneficio de una empresa no es un evento, es un hábito”. Ahora debemos desarrollar la costumbre de separar el beneficio de manera deliberada e ir acumulándolo cada mes. El único obstáculo es la resistencia al cambio. Es la misma resistencia que causó que el sistema de numeración indo-arábigo tardase más de 500 años en establecerse como el sistema que cambió la historia de la humanidad. Ahora que hemos entrado de lleno en una recesión, si las ventas han bajado, es fundamental que la empresa suelte lastre. Con este nuevo método, es posible gestionar la tesorería de manera eficaz a la vez que la empresa pueda asegurar la viabilidad y sentir que es posible superar esta crisis sanitaria.
Jean-Paul Pangalos, fundador de EnterpriseLab y primer consultor certificado en España bajo el método Profit First para gestionar la tesorería de empresa.
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