Otro ‘paco’

El principal banco bilbaíno se enfrenta a una nueva encrucijada histórica dentro de las tradicionales y periódicas reordenaciones de la banca en España. Desgraciadamente, ninguna de las operaciones protagonizadas en los últimos 30 años ha arrojado un saldo óptimo. Por distintas razones, los bailes de gala no han cubierto las expectativas, aunque hayan acabado en casamiento. El dúo Bilbao y Vizcaya no surgió del amor. Ambos deseaban otras parejas, pero el director de orquesta no tocó la melodía pedida y debieron unirse para no perder el paso de la dimensión. Diez años más tarde, en 1999, se esposaron con la pública Argentaria, cuando un Aznar menor (en las urnas) gobernaba con más inteligencia.

Pero, en el 2000, el aznarato electoral modificó el escenario, las luces y la melodía. Francisco González, conocido como ‘Paco’, desbancó -término exacto- a Ybarra en 2001 y se agarró al puesto con fuerza inusitada. Resistió el embate de Zapatero y los suyos, y en 2009 logró que Goirigolzarri dejara la obra tras anunciar que él seguiría zapateando hasta los 70 años, aunque al final el tío llegó a los 75. En medio, en 2012, pescó la ‘caja’ catalana Unnim; y en 2014, Catalunya Banc, que se sumaban a la histórica integración de otra quebrada barcelonesa, la famosa Banca Catalana. Por unos meses, se han superado los diez años prescritos para los grandes cambios en la entidad, pero la sardana vuelve a retumbar en el viejo caserón de San Nicolás, sede social de BBVA en el casco viejo de Bilbao. Una pieza mayor como el Sabadell puede caer en las redes. Sin embargo, algo desafina en la orquesta. Se empezó filtrando que Oliu cobraría y se largaría, y que Guardiola iría al Consejo a descansar. La letra ha cambiado. Ahora se asegura que se puede aprovechar su experiencia -¿la de Inglaterra con TSB?-, e incluso colocan al presidente de Sabadell como vicepresidente tras al compra.

Lo mejor, viendo que la historia tiende a repetirse, es que BBVA pague un poco más y jubile a la cúpula del Sabadell. Alguno quiere colocarse de segundo, esperar a ver si suena la flauta judicial, que suele hacerlo en ‘investigados’ dependiendo de quién la toque, y el que se iba a jubilar se en cuentra aupado al estrellato. ¡Va mos, otro ‘paco’!

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