La noche de la empresa vasca 2022
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Lazpiur: la virtud de superar cualquier reto

Grupo Lazpiur, con 105 años de historia, se adentra en la cuarta generación familiar manteniendo intacta la capacidad de reinventarse gracias al emprendizaje permanente

Y el Mejor Empresario Vasco del Año 2021 es...
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Jesús Galindo
1/12/2020
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Grupo Lazpiur, que ya supera los 105 años y que tiene al frente a la cuarta generación familiar, refleja dos conceptos clave de las mejores pymes: la capacidad de reinventarse y la de generar de forma permanente un emprendizaje renovador de sus productos y sectores clientes. Lazpiur, desde el primer día, ha estado abierta a superar los desafíos tecnológicos autoimpuestos, pero sobre todo a poner su sello y rúbrica a cualquier reto planteado por los clientes. Esta predisposición a la colaboración con otras empresas, como han demostrado en su trayectoria, no se restringe al desarrollo de productos y sistemas de automatización, sino que incluye el compartir riesgos en el lanzamiento de nuevas empresas. En esta última categoría se incluyen, en el presente siglo, las empresas mixtas constituidas con GKN (2000), o junto a Orion e Incide (Ekicells, 2009), con la asiática Cy-Time para fabricar en China (2019), o más recientemente la alianza con Egile, Embalan3 y Servimasa (Wolfratex, 2020).

Otro elemento distintivo en la trayectoria de Lazpiur ha sido su apuesta decidida por la formación y la tecnología, que se ha plasmado en una histórica trayectoria de colaboración con los centros de Formación Profesional e Ingeniería y en el desarrollo de proyectos y nuevas máquinas con los centros tecnológicos.

REFERENCIA INTERNACIONAL

La trayectoria empresarial de la familia Lazpiur cuenta con innumerables hitos históricos que le han llevado desde la fabricación inicial de calzado hasta la de clavos. Pero no se trata de viajar al pasado, sino de poner en valor su trayectoria de los últimos años, que le han convertido en una referencia mundial en líneas automáticas para inserción de componentes electrónicos y en máquinas de inspección y control, además de ser un líder internacional en el desarrollo y fabricación de utillaje para forja en frío y semicaliente, como lo demuestra su elección como ponente en las principales reuniones sectoriales de los últimos años.

La versatilidad es una de las características del equipo que integra el Grupo Lazpiur.

Esta permanente capacidad de adaptación ha encontrado nuevos espacios creativos con su penetración en el mecanizado para aeronáutica y, más recientemente, con su liderazgo en el proyecto Wolfratex, una nueva compañía que en un tiempo récord se ha montado en Bergara para la fabricación de mascarillas sanitarias con la utilización de ocho líneas desarrolladas y construidas por la propia Lazpiur, en las que ya elaboran más de 25 millones de mascarillas/mes.

ESLABONES FAMILIARES

El éxito en la renovación empresarial también se sustenta en el acierto de sus relevos generacionales, desde el protagonizado por José Lazpiur Aguirrezabaltegui, el fundador en 1914, al seguido por su hijo José Lazpiur Elcoro y completado por sus nietos Miguel y Agustín en 2019. Ahora, Jone Lazpiur y Ander Aramburu lideran la nueva Lazpiur, que vuelve a reinventarse sin perder los valores y el legado empresarial. Como referencia de los principios que han gobernado Lazpiur y que se proyectarán en los próximos años, el marketing ha cobrado mayor protagonismo, pero con la idea de “rentabilizar y potenciar la marca Lazpiur y asociarla a producto propio, para lo que consolidarán las familias de máquinas creadas en los últimos años”. Esta actuación les ha posicionado en vanguardia para las soluciones automáticas para la inserción de componentes electrónicos, en las líneas de inspección y control sin contacto y en las máquinas de lighting. El desarrollo de estas líneas de negocio ha provocado que sus ventas en el último lustro se hayan incrementado más de un 50 por ciento, por encima de los veinte millones en el caso de la matriz Construcciones Mecánicas José Lazpiur, de las que más del 85 por ciento se destinan a los mercados exteriores. También les ha servicio para tomar posiciones en el mercado asiático, estrategia que han confirmado con la inauguración en 2019 de su primera fábrica propia en el exterior, en Tiajin (China), para fabricar sus sistemas para el sector electrónico/automoción.

PLAN BIDEBERRI

Como en Lazpiur han aprendido que el futuro se empieza a ganar en el presente, y para buscar nuevos campos de batalla empresarial, han lanzado una nueva división de negocio: Lazpiur Aero, que se ha consolidado a través del programa Bideberri de Innobasque, en el que se apuntó como empresa piloto, en su caso en un plan centrado en la fabricación de piezas de motor avionables y de utillajes para estructura (los suministros han arrancado en 2020). Pero el gran puntal de avance para los próximos años, como ya se ha indicado, será la división de máquinas para electrónica del automóvil, que ya aporta más del 50 por ciento de los ingresos.

El trabajo en equipo resulta clave en el salto tecnológico e industrial de sus nuevas familias de máquinas, que en un 85 por ciento son estándar y en un 15 por ciento cutomizables.

Como señalan desde la compañía, el nuevo estatus tecnológico se ha confirmado con el éxito logrado en la feria Productronica de Munich de sus soluciones Insert H1 e Insert H2 (dos cabezales y mayor tamaño). Estas familias de equipos, desarrolladas dentro de un programa de I+D apoyado por CDTI, se han diseñado escalables, con mayor velocidad de ciclo, versatilidad y polivalencia, y sensorizadas para su integración 4.0; y, al mismo tiempo, con menor tamaño y mejor ergonomía. Con estas máquinas también lograrán generar economías de escala, al ser la producción en un 85 por ciento estándar y en un 15 por ciento customizable para atender las demandas de los clientes.

CARRERA TECNOLÓGICA

La verdad es que los datos anteriores recogen su presente industrial, pero para llegar a este punto el Grupo Lazpiur ha protagonizado una larga carrera de innovación tecnológica en la que ha debido volcar toda su experiencia y sumar la importante aportación de los centros tecnológicos vascos. Unos años antes de la crisis de 2009, Lazpiur ya empezó a intensificar la captación de nuevo conocimiento con su participación en el proyecto Cenit ‘eEe-Tecnologías Avanzadas para los Equipos y Procesos de Fabricación de 2015’, al que se sumó una parte destacada del sector de la máquina herramienta. Asimismo, su trabajo en el Saiotek ‘Simop’, junto a Tekniker, profundizó en la optimización del diseño de una máquina para insertar componentes en circuitos impresos. Estas investigaciones fortalecieron su oferta al mercado al lograr elevar la productividad en 2,2 veces, la velocidad de posicionamiento en hasta diez veces y una reducción del error de posicionamiento del 33 por ciento.

Este permanente canal de colaboración con el centro eibarrés de I+D alcanzó otro punto destacado en 2014 con el desarrollo de una nueva familia de máquinas de control de elementos de fijación, destinada a garantizar el ‘defectos cero’, en el que sorprendió con una innovadora utilización de la visión artificial. Las sorpresas al mercado se incrementaron un año más tarde con la presentación de un cabezal patentado (ya contaba en esa fecha con una veintena de creaciones protegidas) capaz de insertar varios terminales sobre circuito al mismo tiempo, lo que elevaba su ritmo de trabajo a diez terminales por segundo. La progresión en este campo se ha mantenido constante y, en 2019, ha deparado el desarrollo de otro programa de I+D, con apoyo del CDTI, para el desarrollo de una nueva maquinaria compacta con inserción de componentes con cabezales giratorios dobles. Aunque no llegó a buen puerto, también merece destacarse que, en 2009, junto a Orion e Incide, promocionó la empresa de nueva creación y base tecnológica Ekicells, destinada a la fabricación de células fotovoltaicas. Un espíritu inquieto ante la actualidad y las necesidades del mercado que se ha reflejado este mismo año con el proyecto ya consignado de Wolfratex.

El éxito obtenido en sus aventuras industriales e innovadoras y su meta de potenciar la marca se reflejan en ahora en el desarrollo de un plan de inversiones que incluye el desembolso de 5 millones de euros en nuevas naves y máquinas y 1,5 millones en I+D para enriquecer el catálogo de producto. En el primer caso, modernizará sus dos plantas de Bergara, donde dispone de 8.000 metros cuadrados, con la especialización de actividades, la cristalización de su trabajo para asentar la ‘Smart factory’ y la creación de un espacio para el Museo Lazpiur, en el que se recogerá el devenir de esta saga de empresarios. Mientras que las actuales investigaciones tecnológicas se orientan a la creación de una solución nueva y complementaria de sus máquinas para electrónica con la automatización de las labores de inserción de componentes electrónicos en conectores y su posterior doblado en diferentes ángulos.

Está claro que el futuro Museo Lazpiur deberá dejar algunas salas libres para poder exponer las próximas innovaciones de esta saga familiar.

El equipo de Lazpiur une en esta foto el tercer eslabón de la familia, representada por Agustín y Miguel Lazpiur, con el cuarto.

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