El año pasado se instalaron en España 2.633 MW con esta tecnología, a los que habría que sumar 596 MW de potencia para autoconsumo, un 30% más que en 2019
Las estadísticas de potencia instalada a lo largo del año pasado en España, así como las de la adjudicada en la última subasta de energías renovables llevada a cabo por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ponen de manifiesto la pujanza que está alcanzando la solar fotovoltaica gracias a la madurez tecnológica que ha conseguido.
11.547 MW a finales de 2020 en todo el territorio nacional
Según los datos facilitados por Red Eléctrica de España (REE), el pasado ejercicio se cerró con una potencia fotovoltaica instalada en el territorio nacional de 11.547 MW, es decir, 2.633 MW más que el año anterior. Es cierto que esta cifra es inferior a la registrada en el ‘boom’ de 2019, con la instalación de 4.202 MW a través de esta tecnología, pero, aún así, se trata de un dato más que considerable que viene a demostrar que la apuesta por este tipo de instalaciones ha venido con la intención de quedarse. De hecho, la solar fotovoltaica está consiguiendo recortar distancias a pasos agigantados a la otra gran tecnología limpia, la eólica. Y es que, si bien la capacidad instalada en España a través de molinos de viento es muy superior, con 27.259 MW a finales de 2020, no es menos cierto que el crecimiento de su despliegue ha sido menos intenso tanto en el último año (5,3 frente al 29,5 por ciento de la fotovoltaica) como a lo largo del último lustro (18,7 por ciento frente a 146,8 por ciento).
Extremadura, Andalucía, Castilla La Mancha, Región de Murcia y Aragón son las comunidades autónomas con más potencia fotovoltaica instalada y también fueron las más activas en el despliegue durante el año pasado, concentrando el 81,5 por ciento de todos los nuevos megavatios instalados a lo largo del ejercicio. A los 2.633 MW solares fotovoltaicos instalados según las estadísticas facilitadas por REE, habría que sumar otros 596 MW de nueva potencia a través de esta tecnología en instalaciones de autoconsumo, según la Unión Española Fotovoltaica (UNEF). Esta nueva capacidad supone un incremento del 30 por ciento con respecto al ejercicio precedente. Las instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo dispararon su potencia de los 235 MW en 2018. Coincidiendo con el denominado fin del ‘Impuesto al Sol’ en octubre de aquel año, llegaron a los 459 MW de 2019 y a los mencionados 596 MW el año pasado. De estos últimos, alrededor de un 2 por ciento correspondieron a instalaciones de autoconsumo aisladas de la red. Atendiendo al despliegue de capacidad por sectores, la mayoría de esta nueva potencia, un 56 por ciento, se instaló en la industria. Asimismo, un 23 por ciento lo hizo en el sector comercial y un 19 por ciento en el doméstico. De este modo, las instalaciones en el segmento industrial se ralentizan, ya que en 2019 este concentró el 70 por ciento de los MW, se mantienen en el comercial (20 por ciento el año anterior) y crecen 9 puntos en el doméstico. Por otro lado, y de cara al futuro, la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), ha reclamado recientemente por boca de su director general, José María González Moya, la celebración de subastas es pecíficas por tecnologías, asegurando que las tecnológicamente neutras “no tienen sentido”. Asimismo, ha señalado la hibridación tecnológica como un aspecto clave para optimizar la red.
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