Nunca ha habido tanta planificación en el mundo de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación. Voy a hacerte una carta de navegación resumida, por si tienes el título de patrón de embarcaciones, y quieres darte una vuelta por el proceloso mar de planes y estrategias.
Empezamos por los planes mundiales, que ya sabes que la ONU ha fijado en la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Como el mundo es muy grande, y la situación de unos y otros países es muy diferente, han dejado formulada la meta en términos amplios: "Aumentar la investigación científica y mejorar la capacidad tecnológica de los sectores industriales de todos los países, en particular los países en desarrollo, entre otras cosas fomentando la innovación y aumentando considerablemente, de aquí a 2030, las personas que trabajan en investigación y desarrollo por millón de habitantes y los gastos de los sectores público y privado en investigación y desarrollo" (Meta 9.5.ODS). Hasta aquí, parece sencillo.
Bajando un escalón, la Comisión Europea ha aprobado el 30 de septiembre una “Comunicación sobre un nuevo Espacio Europeo de Investigación e Innovación (COM 2020 628 final)”, en el que propone 4 objetivos estratégicos y 14 acciones que han de llevarse a cabo en estrecha cooperación con los Estados miembros. No se ha quedado ahí, antes de que termine el primer semestre de 2021, la Comisión propondrá que los Estados miembros adopten un “Pacto para la Investigación y la In novación en Europa”, que reforzará su compromiso con las políticas y principios compartidos e indicará los ámbitos en los que desarrollarán conjuntamente accio nes prioritarias (acordando incrementar el gasto público en I+D del 0,81% actual al 1,25% del PIB).
“Todos estamos muy de acuerdo en que debemos invertir más en I+D”
Llegando al Estado, no nos hemos quedado atrás. La Ley 14/2011, de 1 de junio, de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (LCTI), estableció un nuevo marco diferenciando Estrategia y Plan. La visión y los objetivos generales de las políticas han sido recientemente recogidos en la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación (EECTI) 2021-2027 (ya aprobada), en el que se articula el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2021-2023 (existe ya un borrador en fase de consultas). Por si fuera poco, se ha presentado este verano el Plan de Choque por la Ciencia y la Innovación que se concentra en 17 medidas de impacto dirigidas a impulsar la recuperación del sector tras la crisis y se articula en torno a tres ejes (Salud, Transformación SECTI y atracción de talento, e Impulso a la I+D+i empresarial e industria de la ciencia). ¿Te falta un poco de planificación? No te preocupes, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que España presentará a Europa para los Fondos Next Generation en que una de las diez políticas palanca es “Ciencia e innovación, y refuerzo del Sistema Nacional de Salud”.
Llegamos a las Comunidades Autónomas. Por hablar de lo que tenemos cerca, Euskadi está redactando el PCTI Euskadi 2030 (por el momento, se ha hecho público un documento de Bases), Cantabria ha anunciado para esta Legislatura la Ley Integral de Transferencia de Conocimiento, y Navarra ha iniciado las tareas de elaboración del PCTI 2021-2024. No incluyo en la lista los Planes de Competitividad, o de Especialización Regional (RIS3), o de Industria, en los que la Ciencia y la Tecnología tienen apartados específicos, para no desanimarte definitivamente de tu excursión por los océanos de la planificación…
Todos estos planes, estrategias y leyes establecen Consejos, Grupos de Pilotaje, Comisiones, etc., integradas por expertos internacionales o por los principales representantes de los entes científico-tecnológicas y las empresas. Suelen crear también Agencias Públicas o Público Privadas para mejorar la Gobernanza de todo ello (sic). En todos ellos, por cierto, todos estamos muy de acuerdo en que debemos invertir más en I+D, si queremos mantener la prosperidad de nuestra sociedad. He echado en falta, como cada año, un mayor eco en la prensa, y un posicionamiento público de todos estos expertos, Consejos y comisiones de planificación, ante la publicación del EUSTAT este 20 de Noviembre del último dato de inversión en I+D sobre el PIB de Euskadi. Nos hemos quedado en el 1,86%, una centésima por encima del dato del 2018… Seguimos sin cerrar la brecha con Europa (el último dato disponible es 2,11%), mientras que China está ya en el 2,23%...
El INE habrá publicado ya su dato para España para cuando leas este artículo (la fecha prevista es el 27 de Noviembre). No soy adivino, pero anticipo un mínimo avance respecto al último dato (1,24%). Ojalá me equivoque, pero creo que no…
Son datos de 2019, antes de la crisis COVID, cuando las cosas iban razonablemente bien. Y es que a los planes y a las estrategias de ciencia, tecnología e innovación les viene faltando desde hace años un ingrediente fundamental, y es la voluntad política firme plasmada en presupuestos coherentes y políticas dotadas de los recursos necesarios.
Sin manos, no hay galletas…
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