Mubil aspira a crear un polo de referencia de la movilidad inteligente y sostenible en las nuevas instalaciones construidas a tal fin en Eskuzaitzeta (San Sebastián). Su director, Igor Villarreal, repasa el modo en que la fundación que promueve el proyecto trabaja con el tejido empresarial para generar tanto oportunidades de negocio como nuevas tecnologías más respetuosas con el medio ambiente.
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> ¿En qué consiste Mubil y que fines persigue?
Es un centro de referencia del sector de la movilidad inteligente y sostenible creado en 2019 por la Diputación Foral de Gipuzkoa con la colaboración del Gobierno Vasco y el EVE. Está ubicado en San Sebastián y su objetivo es el fomento de la actividad empresarial acompañando y ayudando a las compañías a generar nuevos negocios o a que se readapten hacia a los productos que conlleva la movilidad inteligente y sostenible. La idea es impulsar todas las nuevas tecnologías en este ámbito para que el País Vasco se siga manteniendo como un referente industrial.
> ¿Trabajan con muchas empresas? ¿Qué perfiles tienen?
Actualmente trabajamos con más de un centenar de compañías presentes en toda la cadena de valor. Por eso, los perfiles son de todo tipo, desde OEMs hasta diferentes clases de proveedores y firmas relacionadas con las TICs.
> Cuando hablan de movilidad, ¿se refieren exclusivamente al mundo del automóvil?
No. Estamos hablando de un sistema holístico. De automoción, por supuesto, pero también de micromovilidad, vehículos pesados, tren... Asimismo, contemplamos tanto la movilidad urbana como la interurbana.
"En Mubil trabajamos con más de 100 empresas presentes en toda la cadena de valor"
> ¿Cómo trabajan con las empresas?
Mubil intenta dar un aporte de valor diferencial a cada segmento de la cadena de valor. Con algunas empresas trabajamos a partir de la infraestructura que disponemos para que puedan desarrollar sus propios productos. Con otras, a través de dinámicas profesionales para encontrar nuevas oportunidades empresariales. Para ello, buscamos acuerdos de colaboración con el fin de fortalecer el tejido empresarial. También acudimos a ferias internacionales de forma agrupada para abrir puertas y conocer proveedores, oportunidades y tendencias y traemos compradores internacionales y los canalizamos hacia el tejido industrial para que se puedan establecer relaciones comerciales… Además, cada dos años, organizamos la Mubil Mobility Expo, un lugar de encuentro.
> Iniciaron su actividad con una sede provisional en Tolosa, pero recientemente se han trasladado a un polo construido ex profeso en Eskuzaitzeta. ¿Cómo está siendo el traslado?
Nos hemos movido con el Mubil Center, un edificio de 10.000 m2. Dentro del mismo vamos a tener tres laboratorios para testeo y acompañar a las empresas a generar producto: uno de almacenamiento, otro de tracción eléctrica y otro de hidrógeno para movilidad, centrado en las pilas de combustible. En este espacio queremos combinar, además de nuestra sede y los dos gestores tecnológicos de los tres laboratorios -Cidetec y Epowerlabs-, empresas del sector de la movilidad, por lo que disponemos de espacio para que puedan instalarse en el mismo.
> Pero Eskuzaitzeta es mucho más que el Mubil Center...
Efectivamente. Contamos con otros 40.000 m2 de espacio en los que ya está confirmada la instalación de tres centros tecnológicos. Uno es Vicomtech, con un espacio que estará orientado al coche autónomo y conectado, Cidetec, que trabajará en almacenamiento eléctrico, y Tecnalia, que lo hará en el hidrógeno para movilidad.
> ¿Y habrá sitio para otras compañías?
Así es. Al mismo tiempo, va a haber espacio para diferentes empresas que quieran acompañarnos. Lo que queremos es que en esos 40.000 m2 se constituya un polo de referencia con colaboración público-privada y la presencia de centros tecnológicos, empresas y Mubil para impulsar las diferentes tecnologías dentro de la movilidad inteligente y sostenible. El objetivo es hacer que Mubil District, como llamamos al espacio de Eskuzaitzeta, sea un polo de atracción de empresas, de manera que podamos extenderlo a otras compañías más alejadas, conformando así un ecosistema de la movilidad.
> ¿Están detectando interés empresarial para ubicarse en el polo?
Nuestro edificio se va a quedar pequeño para las peticiones que vamos a tener. Además, ya hemos recibido demanda para instalarse en los 40.000 m2 restantes. Vemos que la iniciativa está teniendo una buena acogida y que el espacio se va a llenar.
> ¿Qué plazos barajan?
Como decía antes, nosotros nos acabamos de mover. Por ahora, se están instalando los tres centros tecnológicos. Cidetec finalizará pronto las obras y se espera que se ubique en 2025. Vicomtech también esperamos que se desplace el año que viene y Tecnalia en 2026. Asimismo, estamos en pleno proceso de incorporación de las empresas que van a ubicarse en el propio edificio de Mubil. Allí, estimamos que se instalarán entre seis y siete compañías en los próximos meses. Igualmente, sabemos que en otras zonas dentro del polo se van a incorporar firmas. Estamos buscando que haya un mix de tipos de empresas, unas más consolidadas y alguna startup. También queremos que haya un mix tecnológico, con firmas que estén enfocadas en ámbitos diferentes dentro de la movilidad.
"Debemos focalizar en toda la tecnología que conlleva el VE, que no es solo la batería".
> Y todo ello con una actividad dirigida a la I+D...
Vinculada a la parte de la innovación, porque para nosotros es muy importante la tecnología. La innovación es una de las claves, porque si solo vas a precio, en algún lugar, alguien lo va a hacer más barato que tú. Apostamos por la innovación y la tecnología porque garantiza más futuro y da más aporte de valor, ya que es capaz de atraer puestos de trabajo de calidad y generar otros tipos de empleo, más relacionados con los servicios, etc., y, sobre todo, porque acarrea más competitividad y valor añadido.
> ¿Miran al exterior?
Queremos atraer proyectos de carácter internacional, porque eso nos permitirá ampliar la red de colaboración, atraer tecnología y generar más oportunidades para nuestro sector industrial. Para ello, estamos trabajando desde distintos frentes. Por un lado, la infraestructura tecnológica tiene que servir para atraer empresas extranjeras, proyectos de inversión internacionales. Por otra parte, desde el punto de vista del emprendimiento, queremos atraer startups. Asimismo, tenemos un acuerdo con el MIT Lab, lo que nos da proyección fuera de nuestras fronteras. Es un centro de referencia y nos posibilita talento, posicionamiento internacional, nuevas formas de hacer las cosas, nuevas formas de investigar...
> ¿Mubil se enfoca a alguna tecnología en particular?
No. Es más una visión multidisciplinar. Nuestros laboratorios están trabajando en los tres principales ejes de lo que sería la movilidad: almacenamiento, tracción eléctrica e hidrógeno, pero estamos colaborando con diferentes agentes que, a su vez, están desarrollando distintos tipos de tecnología. Mubil no va a sustituir a nadie, sino que es una parte complementaria y dinamizadora de todos los desarrollos que hay en el territorio. Además, estamos trabajando con un concepto de Living Lab para poder testear en pruebas reales los diferentes desarrollos que se están realizando. Estamos todavía en un proceso de maduración, pero es el siguiente paso que vamos a dar. La idea es trabajar en nuevos proyectos enfocados a nuevas tecnologías relacionadas con la movilidad inteligente.
"Hay que apostar por el hidrógeno y por el vehículo autónomo y conectado".
> Hablando de tecnologías, ¿cree que el vehículo eléctrico es la única solución a la movilidad sostenible?
No. La solución va a ser un mix tecnológico. Se va a electrificar bastante parte del parque de vehículos, pero las baterías no van a poder cubrir todo el espectro de la movilidad que hoy en día cubren los combustibles fósiles. Cuánto más pesado sea un vehículo y más lejos llegue, las baterías se encontrarán más limitadas por una cuestión de densidad energética. Ahí entran en juego otro tipo de tecnologías, como las relacionadas con el hidrógeno, bien a partir de pilas de combustible, efuels, biocombustibles, etc. Lo que creo es que no va a haber una tecnología dominante. Va a haber un mix tecnológico. Lo primordial es que la sostenibilidad tiene que ser el eje. No nos podemos permitir seguir emitiendo CO2 como hasta ahora.
> ¿Cómo ve la irrupción del vehículo eléctrico?
En España, según datos de octubre, respecto al 2023 hay un aumento exiguo del 4 por ciento en las ventas y en Europa también está en un momento complicado. Paralelamente, en países como EE.UU., la electrificación sigue avanzando y China está entrando con bastante fuerza. Este último mercado está teniendo unos desarrollos y unas gamas de producto con las que los europeos no estamos siendo capaces de competir ni en precio ni en tecnología. El vehículo eléctrico no es solo la batería. Es todo el software y la experiencia de usuario. Y ahí, China, que también controla toda la cadena de valor de la batería, está haciendo grandes inversiones. Creo que hay que buscar mecanismos para que los coches eléctricos producidos en el continente por la industria local sean competitivos, pero también hay que focalizarse en la tecnología y en todo lo que conlleva el vehículo eléctrico, que no solo es la batería. hablamos de todo el sistema que lo acompaña.
> El precio y el ritmo del despliegue de las infraestructuras de recarga no ayudan al avance de estos vehículos...
A día de hoy, en España hay 37.000 puntos de recarga pública, con un uso de media del 7 por ciento. Tras estos datos, es verdad que necesitamos más puntos de alta potencia. Pero para su implementación hay dos problemas, que no son tecnológicos, sino regulatorios. Por un lado, los plazos para conseguir el permiso operativo de los puntos son largos y, por otro, para que una recarga salga equilibrada tiene que estar en uso entre un 20 y un 25 por ciento de su tiempo y no estamos ahí todavía, por lo que serían necesarias ayudas para el mantenimiento de esas infraestructuras.
> ¿En qué otras tecnologías considera que debe incidir Europa?
Veo necesidad de que apostemos por el hidrógeno, sobre todo para aquellos sectores a los que no llegan las baterías. Y pienso que el vehículo autónomo y conectado también va a ser una realidad que hay que impulsar y en la que Europa puede jugar un rol también. Asimismo, podemos tener una oportunidad en el ámbito del hidrógeno, sobre todo gracias al parque de renovables, y también en el de la conectividad, con el desarrollo de tecnologías. En este último, contamos con dos ventajas. Por un lado, una armonización de regulaciones a nivel continental, lo que permite una implementación más estandarizada de tecnologías de conducción autónoma. Y, por otro, la inversión en infraestructura vial y digital, que posibilita un despliegue más seguro y efectivo de la tecnología de conducción autónoma y conectada.
> ¿Y cómo están las capacidades de la industria vasca para aprovechar las oportunidades que puedan llegar?
A partir de las baterías y del mix tecnológico, hay muchos mercados nicho, aparte de la automoción. Como, por ejemplo, vehículos pesados. Hablamos de trenes, de camiones, del sector marítimo, etc. Ahí creo que somos capaces de hacer desarrollos importantes y de aprovechar todo el mercado que se puede generar alrededor de los mismos, porque ese mercado nicho arrastra una lista de proveedores. Si se fabrican aquí todos esos desarrollos a partir de las baterías, además de la red de proveedores, generamos una serie de servicios. Esto lo vinculo con lo inteligente y conectado, pero también para nuevos modelos de negocio. Además, en la CAPV hay empresas muy importantes que están haciendo grandes apuestas con otros tipos de combustibles como el hidrógeno, los efuels, etc. Si el País Vasco juega bien sus cartas, creo que hay oportunidades.
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