Con Basquevolt en el punto de mira, CIC EnergiGUNE afronta el salto de la investigación al ámbito empresarial
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La evolución de CIC energiGUNE durante sus dos lustros de actividad se pueden resumir en una imagen muy gráfica. Según afirma su directora general, Nuria Gisbert, “hace diez años no éramos más que una idea plasmada en una presentación de powerpoint. Hoy somos el tercer centro de investigación de Europa en el ámbito de almacenamiento y tenemos un equipo de más de 150 investigadores de reconocido prestigio”. Si bien precisa que “esa transformación no hubiera sido posible sin la visión, el impulso y la voluntad de las instituciones, especialmente del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava”.
Desde sus inicios en 2011, CIC energiGune ha participado en 239 proyectos de I+D, de los que más de 30 son europeos, ha promovido más de 700 publicaciones científicas y ha desarrollado más de un centenar de proyectos en colaboración con la industria. Solo en 2021, cerraron el ejercicio con una inversión acumulada de 75 millones de euros, unos datos que muestran la magnitud del trabajo realizado. Y es que, como afirma Gisbert, “no cabe duda de que nuestras instalaciones punteras han tenido mucho que ver con la consecución de estos hitos”.
CIC energiGune dispone de diversas instalaciones singulares, entre las que destacan infraestructuras de prototipado y testeo para almacenamiento electroquímico y almacenamiento térmico, lo que les ha posicionado como el centro más relevante del sur de Europa. Pero si con un hito especial se queda su directora, ese es el del equipo de investigación que han formado. “Contar con Michel Armand, que es el padre de las baterías de estado sólido y una referencia internacional solo equiparable a los investigadores más prestigiosos, es un hito de valor incalculable”. Además, cuentan con cinco investigadores en el ranking de los más influyentes del mundo. La visión de Michel Armand y su apuesta clara por erigirse como centro referente de la batería de estado sólido les ha posicionado con una clara ventaja. “Desde el principio entendimos que había que sustituir el electrolito líquido por uno sólido, mucho más seguro y capaz de dotar a la batería de más energía en el mismo espacio. Al principio, nadie sabía qué era una batería de estado sólido y ahora ya estamos empezando a industrializarlas”, avanza Gisbert. De hecho, el reto de energiGune es que su trabajo salte cuanto antes al ámbito empresarial. “Queremos maximizar el impacto de las tecnologías que trabajamos con empresas vascas, además de avanzar la industrialización de tecnologías propias de empresas de nueva creación”.
En esa línea de trabajo, Gisbert afirma que el proyecto de batería de estado sólido está lo suficientemente madura. “Era el momento, en colaboración con empresas e instituciones, de dar el paso de la industrialización, de crear una empresa, y ahí es donde nace Basquevolt”. La compañía se constituye con el objetivo de ser la primera gigafactoría europea de celdas en estado sólido, con una capacidad superior a los 10 GWh/año en 2026. “Es un proyecto que cumple con nuestra misión principal: la fabricación de celdas de tecnología muy avanzada, que lleguen al mercado con las máximas posibilidades y que se fabriquen en Europa bajo tecnología europea”. Como avanza Gisbert, el primer semestre del año será clave en la evolución de este proyecto estratégico, que se ubicará en el Parque Tecnológico de Álava, tras trabajar intensamente durante más de dos años.
CIC energiGune también aborda para los próximos ejercicios otros proyectos de claro impacto. Cada año plantean proyectos de todo tipo, y en la última convocatoria de Horizon Europe específica para baterías les han aprobado 8 iniciativas de las 9 propuestas.
Entre los proyectos que CIC energiGune tiene en marcha, su directora destaca la repercusión que tendrá la iniciativa europea HI4S (Heat It yourself For Sustainability). A través de este trabajo se ejecutará la construcción de una innovadora planta de producción combinada de calor y electricidad para que la siderurgia pueda reutilizar el calor residual contenido en los humos de un horno de arco eléctrico. La iniciativa, financiada con 1,5 millones de euros por la UE a través de su programa LIFE, contempla la instalación de un prototipo en la planta de ArcelorMittal en Sestao (Bizkaia). Su papel como centro especialista en almacenamiento de energía es el almacenamiento y reutilización de dicho calor, “algo que en un escenario de transición energética y con los costes de la electricidad disparados cobra mucha relevancia para las empresas”, concluye Gisbert. En este sentido, existen en la actualidad dos demostradores con tecnologías de CIC energiGune de 20MWh y 1 MWh en distintas ubicaciones y que vienen a evidenciar que resolver este tipo de retos es posible.
CIC energiGune ha puesto en marca su nueva área de investigación de Hidrógeno, a petición de varios miembros de su patronato y como consecuencia de los movimientos que se estaban dando en la cadena de valor. Según admite, su directora, Nuria Gisbert, “nos dimos cuenta de que las empresas vascas veían oportunidades en el desarrollo del Hidrógeno verde y que podían posicionarse en la cadena de valor de este componente con ciertas garantías”. Para la creación del área de investigación, han definido una estrategia sobre las necesidades que van a demandar las empresas vascas en los próximos diez años y la capacidad de respuesta del centro, para lo que han contado con la participación de John Miller. Es así como están avanzando ya en la cadena de valor de generación de hidrógeno por vía térmica, además de contemplar su producción por otras vías novedosas.
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