“La vivienda se ha convertido en una barrera estructural para la cohesión social y la competitividad económica de Euskadi”. Es el punto de partida del informe sobre el mercado residencial presentado por el foro Zedarriak el pasado noviembre, un documento que dibuja una hoja de ruta con 42 medidas para mitigar los efectos de la crisis habitacional, para lo que estima necesaria una inversión público-privada de entre 5.500 y 7.000 millones de euros en los próximos años. El responsable técnico del informe, Iker Arteagabeitia, advirtió durante la presentación de que “el parque residencial vasco está atrapado entre la infrautilización y la presión especulativa”, con 43.000 viviendas vacías y cerca de 5.000 pisos turísticos. “Una combinación que reduce la oferta disponible e impulsa los precios”.

43.000 PISOS VACÍOS HAY EN EL TERRITORIO Y 5.000 VIVIENDAS TURÍSTICAS

No obstante, esta fotografía podría modificarse si se aplica la batería de medidas propuestas. Según calcula, se podrían movilizar entre 5.000 y 7.500 viviendas desocupadas y rehabilitarse entre el 20% y el 25% del parque existente. Las 42 propuesas se articulan en cinco grandes ejes de actuación, el primero de ellos orientado a activar el parque residencial disponible. El objetivo es poner en uso 10.000 viviendas en cinco años, combinando la incorporación de pisos vacíos e infrautilizados con un programa intensivo de rehabilitación. Zedarriak subraya asimismo la necesidad de reforzar el “músculo financiero”, clave para desplegar políticas de vivienda efectivas. Para ello plantea el desarrollo de instrumentos fiscales y financieros innovadores que integren recursos públicos y capital privado con el fin de impulsar el alquiler asequible y la rehabilitación.

25.000 VIVIENDAS SIN HABITAR SON POTENCIALMENTE MOVILIZABLES

En esta línea, el director del think tank, Guillermo Dorronsoro, apeló a “no demonizar a los fondos” dispuestos a invertir en vivienda, porque “pueden ser parte de la solución” siempre que existan reglas claras “para evitar la especulación y los abusos”.

Fondo de capital riesgo

En esa dirección, el informe propone crear un fondo de capital riesgo público- privado que permita convertir patrimonio inmobiliario en liquidez sin que ello implique la pérdida del hogar, al tiempo que se amplía el parque de alquiler sin necesidad de esperar a la construcción de obra nueva. Otro de los ejes centrales es el refuerzo de la gobernanza. Si bien el foro valora positivamente el actual Plan de Vivienda del Gobierno vasco, reclama “un pacto de país que involucre a instituciones, empresas y ciudadanía”.

10.000 VIVIENDAS DESOCUPADAS PLANTEAN MOVILIZAR EN LOS PRÓXIMOS CINCO AÑOS

Para ello, plantea la creación del Consorcio Vasco de la Vivienda, un organismo supramunicipal capaz de coordinar planificación, inversión, normativa y datos a largo plazo. Como explicó Dorronsoro, esta herramienta permitiría que los municipios más pequeños, muchos de ellos con recursos técnicos limitados, puedan impulsar proyectos urbanos más ambiciosos y acelerar la puesta a disposición de suelo para nueva vivienda.