Los informes remitidos a la CNMV por los grupos industriales vascos muestran el optimismo por la recuperación de las ventas y los beneficios en 2021, pero también la decepción sufrida en el cuarto trimestre, cuando empezó a golpear con más fuerza la inflación energética y su extensión al resto de materias primas, y las tensiones en las cadenas de suministro.
Un buen ejemplo del ambiente reinante lo dibujó Jesús María Herrera (CIE Automotive) que manifestó la alegría por “cumplir los objetivos previsto y volver a los niveles precovid”, pero subrayando que lo lograron con “una producción de automóviles mundial un 15 por ciento inferior a la de 2019 (12 millones de unidades)” y “en un entorno terriblemente adverso de tensiones logísticas e inflacionarias”.
Jesús María Herrera también ajusta las expectativas para 2022: “Será un año clave para la consolidación, pero el año será de transición hacia una situación de mayor estabilidad”. La concurrencia de un buen año con un final amargo se refleja perfectamente en la estadística agregada de los resultados industriales de las cotizadas. El informe de Empresa XXI recoge que las ventas de estos grupos -excluidos Iberdrola y Siemens Gamesa, repuntaron un 10,8 por ciento en 2021, cuando ese porcentaje fue del 15,5 por ciento a septiembre.
993 millones gana la industria vasca sin Iberdrola y Siemens Gamesa
Del mismo modo, el beneficio neto se multiplicó por dos veces y media al cierre de 2021, de 396 a 993 millones de euros, cuando a septiembre el alza se incrementaba 3,3 veces.
Desde Siemens Gamesa también resumen la situación perfectamente para su primer trimestre fiscal del 21-22 (octubre- diciembre): “la cadena de suministros se vio muy afectada, lo que se trasladó a una inflación de costes, que afectó especialmente a los aerogeneradores y las decisiones de inversión de los clientes”.
El análisis agregado de la cuenta de resultados en 2021 refleja que el incremento de los ingresos se generalizó respecto al año covid de 2020. Tubacex fue el único grupo que no logró remontar sus ingresos, aunque sí mostró un fortalecimiento de su posición en el cuarto trimestre del ejercicio, en el que volvieron a obtener “beneficio neto positivo”.
Tubos Reunidos, por su parte, logró un discreto avance anual de ingresos del 0,6 por ciento, como consecuencia de un empiece de año con una cartera de pedidos mínima. Desde la tubera, destacan la mejora de las “cifras comerciales y de actividad. En el segundo semestre, las ventas en toneladas crecieron un 12 por ciento sobre el primer trimestre y un 17 por ciento sobre el segundo semestre de 2020”.
Además, de cara a 2022, la situación se presenta más estabilizada, gracias a que la cartera de pedidos al cierre de 2021 alcanzó “93.900 toneladas, lo que supuso multiplicar por 2,5 veces” la de doce meses atrás. En los ingresos anuales, las mayores recuperaciones correspondieron a Grupo Iberpapel (+55,2%), que mejoró por la venta de papel (+46,7%) y por la de electricidad (+89,9%). A continuación se situó Elecnor (+27,1%) con un ascenso en los proyectos de renovables que impulsaron el incremento de sus ingresos en España (+14,9%), pero sobre todo en el exterior (+39,6%).
La superación de los peores efectos económicos de la Covid-19 en 2021 se trasladó con fuerza al beneficio neto, que multiplicó por diez el incremento porcentual de las ventas (+150,9%) y elevó la rentabilidad sobre ingresos hasta 4,3 por ciento, frente al 1,9 de 2020.
Faes siguió liderando y aumentado el beneficio sobre ventas
En este salto resultó clave la reducción de las empresas en números rojos, que pasaron de seis a tres. Dejaron ese vagón Gestamp, Talgo y Vocento y se mantuvieron Siemens Gamesa (no incluida en el agregado), Tubacex y Tubos Reunidos. El liderazgo en beneficio sobre ventas correspondió a Faes Farma, que lo situó en el 20,9 por ciento, con un aumento anual del 9,4 por ciento.
En el caso del resultado de explotación, que no incluye el saldo financiero, los tres mejores fueron Faes Farma (23,7%), Zardoya Otis (23,6%) e Iberdrola (18,8%).
Los grupos industriales, en 2021, continuaron beneficiándose de unos tipos de interés mínimos, a lo que se sumó la financiación pública bonificada en los trimestres anteriores y los procesos de reestructuración de deuda. Todos estos factores se plasmaron en una deuda total de 21.784 millones de euros, un 1,3 por ciento inferiores a las de 2020; y en un gasto financiero medio del 1,743 por ciento, lo que supuso un recorte anual del 3,9 por ciento. Los mayores gastos financieros sobre deuda correspondieron a Tubos Reunidos (3,87%), GAM (3,05%) y Gestamp (2,38%), aunque en los tres con bajas sobre 2021 del 35,5 por ciento, 17,7 y 2,8 por ciento, respectivamente.
De cara a 2022, la industria se enfrenta a otro año singular, dominado por los problemas que empezaron a asomar en el cuarto trimestre de 2021, pero con carteras de pedidos más sólidas y con previsiones de crecimiento de la economía.
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