Del sistema Bessemer para una mayor eficiencia del tratamiento del hierro, pasando por el traslado de las aduanas a la costa, el primer arancel y la aparición de los sindicatos, una historia industrial de Bizkaia que perfila el origen de Cebek
La Confederación Empresarial de Bizkaia, Cebek, cumple 125 años de historia, y para entender el presente es necesario conocer el pasado. Apoyado en su extensa trayectoria como secretario general de la patronal vizcaína, Francisco Javier Azpiazu, relata a Empresa XXI los antecedentes de la efeméride, como si fuera ayer. En los últimos 25 años del siglo XIX, Vizcaya tiene un resurgimiento y un boom industrial, financiero, cultural y de desarrollo urbanístico muy importante y experimenta una gran transformación, fundamentalmente por tres razones. Primero, por el crecimiento del sector industrial, sobre todo el siderometalúrgico, y la transformación del proceso productivo derivado de la implantación de un nuevo sistema denominado Bessemer, que aportaba una tecnología de tratamiento del hierro mucho más eficiente.
En esos años sucede también un acontecimiento que es el traslado de las aduanas desde Castilla hasta la costa, permitiendo a los industriales vizcaínos exportar sus productos a Estados Unidos, por ejemplo, sin pagar aduanas. Y, en tercer lugar, el más importante, es el surgimiento del régimen arancelario, en 1841, que impedía que productos siderometalúrgicos y textiles ingleses pudieran competir con producciones catalanas en textil, y vizcaínas en el sector siderometalúrgico.
Nacen también Naviera Aznar, Sabo y Banco de Vizcaya
La combinación de esos tres factores propició el histórico desarrollo de la industria vizcaína que conocemos. Es en ese contexto cuando surge, en 1899, el Centro Industrial de Vizcaya, versión inicial de Cebek, de forma simultánea a la creación de navieras importantes como Aznar, o La Bilbaína; la primera empresa potente del sector siderometalúrgico, Santa Ana de Bolueta, o Talleres de Deusto en el ecosistema que se estaba generando; y, ya en 1901, el Banco de Vizcaya.
El primer antecedente fue la Liga Vizcaína de Productores, que surge en un contexto de proteccionismo, de defender la producción nacional, y de permitir que los productores industriales vizcaínos se acogieran al arancel como elemento de protección, proyectando el crecimiento industrial del país. “Las primeras organizaciones empresariales vizcaínas y catalanas nacen porque los industriales, principalmente del sector siderometalúrgico y textil, se unieron para defender ese arancel”, explica Francisco Javier Azpiazu. Surgen como lobby, porque estaban presionando a los poderes públicos, al gobierno y al parlamento de Madrid, para que se mantuviera ese arancel que, finalmente, permaneció desde 1841 hasta iniciado el siglo XX. ¿Qué es lo que ocurre a finales del siglo XIX? Que empiezan a crearse los sindicatos, con Facundo Perezagua, líder de la UGT de entonces en Vizcaya, que defendían los intereses de los trabajadores, fundamentalmente mineros, y del sector del Metal en Vizcaya. En ese momento, la Liga Vizcaína de Productores decide crear una organización que fuera más social, contrapuesta a los movimientos sindicales que comenzaban a consolidarse. De esta forma, la Liga se mantiene, pero crea el Centro Industrial de Vizcaya en 1899. “Ese es nuestro link”, subraya.
Tras la transición y del decreto de libertad sindical de 1979, Vizcaya contaba con dos patronales: el Centro Empresarial de Vizcaya, que lo lideraba Gonzalo Artiach; y la Confederación General de Empresarios de Vizcaya, con Olarra al frente. Su fusión, en 1984, da lugar al Centro Industrial y Mercantil de Vizcaya que, coincidiendo con el centenario, en 1999, toma el nombre de Cebek. “125 años de historia ininterrumpida, este es nuestro rasgo diferenciador”.
En la primera acta fundacional del Centro Industrial de Vizcaya se establecen seis gremios: profesiones científicas, fabricantes y constructores de metales, constructores de madera, artes plásticas, elaboración de tierra cocida, cementos y similares y artículos de consumo ordinario. Y a ellos se suman el gremio de hierro y metales y el gremio de la construcción.
1984-1988: Gonzalo Artiach, primer presidente desde la fusión de las dos patronales.
1988-1992: Ángel Garay (Troquelerías Irurak).
1992-2013: Txema Vázquez Egusquiza (Construcciones Sobrino, entre otras)
2013-2021: Iñaki Garcinuño (Imprenta Garcinuño)
Mayo 2021: Carolina Pérez Toledo (Learnlight) “Cuando se habla del pasado, hay que destacar a los que estuvieron en los tiempos más complicados, cuando ser presidente de una patronal era poner en riesgo su vida y la del entorno”.
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