Coordinará la creación del prototipo durante los cuatro próximos años en el marco del proyecto CATART, una de las 56 iniciativas aprobadas en la convocatoria EIC Pathfinder
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El departamento de Ingeniería Química y del Medio Ambiente de la UPV/EHU de la Escuela de Ingeniería de Bilbao trabajará en el marco del proyecto CATART, junto a siete entidades europeas, en el desarrollo y testeo de un robot asistido por Inteligencia Artificial para convertir agua en hidrógeno verde a partir del empleo de la luz solar, además de estudiar la conversión de dióxido de carbono en monóxido de carbono (CO), ya que tanto el H2 como el CO tienen aplicaciones en ámbitos como los combustibles, la energía o la industria química.
El hidrógeno verde se obtiene en la actualidad a través de un proceso químico, conocido como electrólisis, que emplea la corriente eléctrica, a partir de fuentes renovables, para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua. Un proceso compuesto por dos pasos que el robot a desarrollar reduciría a una sola fase al utilizar directamente la energía solar para producir una reacción fotocatalítica. Según explica el responsable de iniciativa de la UPV/EHU, Iker Aguirrezabal, la viabilidad del proyecto “supondría romper ciertas tendencias de la comunidad científica y dar un gran salto innovador de cara a las empresas del sector, ya que diversificaría diferentes fuentes de energía limpia e incorporaría, de alguna manera, esa energía solar en la industria química, algo que no está muy bien integrado en la actualidad. Y es que se podría comprobar cómo a partir de la energía solar se pueden producir también otros tipos de compuestos químicos”.
Otras de las ventajas del prototipo es su pequeña dimensión, flexibilidad y portabilidad, lo que posibilitaría su instalación en cualquier tipo de empresa, sin la necesidad de tener que ser una gran industria. El desarrollo del robot parte de la creación de tres componentes. En primer término, el diseño de materiales, que como puntualiza Aguirrezabal, “es la clave de todo, ya que será el que permita hacer la reacción fotocatalítica, a la vez que la separación del producto”.
El Instituto de Coloides y Superficies del Max Planck en Berlín y la Universidad de Eindhoven serán los encargados de llevar a cabo esta fase para, en un momento posterior, ser testados por la Universidad de Pavia y la Universidad del País Vasco con un enfoque diferente. En una fase en paralelo, la Universidad de Ámsterdam será la encargada de la captación y conversión de la luz solar mediante un panel de luminiscencia no convencional que envía los fotones captados al material, mientras que el robot se controlará través de inteligencia artificial, parte que asume la Universidad de Glasgow y la spin off Chemify. La integración de las tres líneas que formarán el robot y su validación se realizará a escala real en la compañía inglesa Johnson Matthey, fabricante de catalizadores de escape.
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