Espíritu emprendedor forjado en formación continua

Ander Odriozola afronta este año un hito de relevancia para su futuro profesional. Tras superar con éxito el tercer año como autónomo, este ingeniero industrial ha decidido dar un salto de gigante y constituir una sociedad limitada, convirtiendo su proyecto en empresa. “Parece que es más serio ser una empresa que un autónomo, por lo menos de cara a los clientes”. Así que lo que empezó como un proyecto ‘fin de máster’, es ahora Neos Ingeniería, una pyme que ofrece soluciones a medida para procesos de producción repetitivos en todo tipo de sectores, desde el mecanizado de piezas de poliéster hasta la fabricación de hornos con tecnología infrarroja para el calentamiento de materiales compuestos. “Cada máquina se diseña y fabrica especialmente según los requerimientos de cada cliente”.

Ander es ingeniero técnico en Diseño Industrial y, desde que finalizó sus estudios, ha desarrollado su trayectoria profesional en este ámbito iniciándose en la fabricación de prototipos plásticos y metálicos mediante impresión 3D en una empresa del grupo Inasmet; y mejorando sus habilidades en el manejo de programas de diseño mecánico como delineante en una empresa de mobiliario metálico. La última etapa por cuenta ajena tuvo lugar en JRG Diseño y Fabricación de Sistemas Automáticos, donde se especializó en el diseño de máquinas como proyectista mecánico. Durante casi una década, fue adquiriendo conocimiento en esta ingeniería de Irún, primero en el taller, luego como montador y, finalmente, como diseñador forjando su experiencia en cada fase del proceso de fabricación de maquinaria e instalaciones automáticas.

Sin embargo, este bagaje no fue suficiente para Ander e, interesado en ampliar su formación en materia de programación y electrónica, volvió a la universidad en 2017 para completar la licenciatura de ingeniero industrial en Mondragon Unibertsitaea. El diseño y fabricación de una bioimpresora 3D para una empresa biotecnológica, en el marco del proyecto fin de master, supuso el pistoletazo de salida a su vocación emprendedora en 2020, registrándose como autónomo en San Sebastián.

Como ejemplo de proyectos realizados destaca la fabricación de un horno de infrarrojos para la investigación de materiales compuestos, para un centro tecnológico; diversa maquinaria para un proyecto de trazabilidad en el proceso de producción; una máquina testadora de material de escalada; o un centro de mecanizado de piezas de poliéster para una empresa de Oiartzun. “No es lo mismo gestionar un proyecto que un negocio”, señala; así que tres años después emprende el escalado de su actividad en un pabellón de Andoain, y el propósito de constituir un equipo especializado para afrontar la demanda prevista. Las empresas requieren automatización para competir y “hay pocas compañías que desarrollen maquinaria a medida en la zona”. Por lo que Ander se centra en abordar un menor número de proyectos, pero de más envergadura. La diferenciación será clave, por lo que el eje principal se focaliza en la innovación tecnológica y la calidad de los productos.

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