Winoa Ibérica, especializada en la fabricación de abrasivos de acero para el tratamiento de superficies, se alinea con la apuesta de los grupos Sintokogio y Winoa por la diversificación en actividades adicionales al suministro de abrasivos, con un proyecto de ampliación orientado a potenciar el negocio de aftermarket, que ha implantado recientemente en su planta de Balmaseda y que se centra en el suministro de piezas de desgaste para las instalaciones de granallado.

La filial está valorando la adquisición de una compañía especializada en este ámbito que opere en el entorno de la Península Ibérica, para ganar cuota de mercado y especialización en este segmento. Además del suministro de recambios para las granalladoras, como paletas, cajas de control, distribuidores o protecciones, “ofrecemos a nuestros clientes un servicio de asesoramiento técnico y formación, así como el mantenimiento y reparación de sus máquinas, y la posibilidad de retirar el material abrasivo ya utilizado, para su reciclaje parcial en nuestras instalaciones, evitando costes de gestión a los clientes”, explica Alfredo Santos, CEO de Winoa Ibérica.

La apuesta de Winoa Ibérica por estos servicios ha coincidido con la iniciativa del grupo de potenciar las actividades y el negocio en torno al mantenimiento como complemento a la venta de material abrasivo, con el objetivo de cerrar el círculo del servicio al cliente. “Yo te suministro el material y también los consumibles de las máquinas en las que tú utilizas ese producto abrasivo”, detalla Alfredo Santos. De esta forma, Winoa modifica su estrategia, en una transición desde un grupo proveedor de abrasivos de acero, hacia un grupo experto en el tratamiento integral de todo tipo de superficies, ampliando el rango de servicios a los clientes.

Winoa Ibérica ya suministraba recambios para granalladoras en sus inicios. Durante más de 25 años los fabricó en la fundición de sus antiguas instalaciones en el centro de Balmaseda, pero con el traslado en 2018, a la planta de Arla, cerró la fundición y dejó de hacerlos. Ahora los diseña y gestiona su fabricación. Frente a las antiguas piezas de fundición, las actuales son fabricadas en acero especial, mecanizadas y sometidas a tratamiento térmicos, lo que multiplica su calidad mejorando la durabilidad y reduciendo, en consecuencia, los tiempos de recambio y máquina parada, lo que disminuye notablemente el coste total de las operaciones de granallado. Winoa Ibérica suministra abrasivos de acero para el tratamiento de superficies a través del granallado. Aproximadamente un tercio de sus clientes pertenecen al sector de la automoción, aunque suministra también sus productos a infinidad de sectores, como energías renovables, ferrocarril, construcciones metálicas, naval, aeronáutica o aeroespacial.

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