La empresa alavesa Rem-Iru, especializada en la transformación de chapa y fabricación de productos metálicos, celebra 25 años de evolución con la digitalización como palanca de competitividad, tras emprender una profunda transformación digital, orientada a la mejora de la eficiencia y la estandarización de sus procesos. Esta apuesta se enmarca en su estrategia empresarial, apoyada en tres grandes ejes: innovación orientada al cliente, la mejora continua de sus procesos productivos y el desarrollo integral de las personas de la organización. Según explica su directora, Judith Ruiz, “queremos seguir siendo un socio de confianza, capaz de anticiparse a las necesidades del mercado, aportando soluciones que marquen la diferencia”.

En su salto a la era digital, la compañía familiar se encuentra en estos momentos implantando un sistema de captura de datos en planta, lo que le permite monitorizar en tiempo real su actividad productiva y, por ende, optimizar recursos y reducir tiempos de respuesta. A la vez que desarrolla este proyecto, trabaja en la adopción de estándares internaciones de gestión como el modelo Lean Manufacturing, lo que les ayuda a eliminar desperdicios y a centrarse en lo que realmente aporta valor. Ambas iniciativas van de la mano de la renovación de su sistema ERP y el fortalecimiento de sus capacidades de análisis de datos, fundamentales para la toma de decisiones estratégicas. Los proyectos de transformación requieren un esfuerzo inversor continuado, y en ese sentido, su directora afirma que están destinando recursos importantes a la mejora tecnológica y digital de sus instalaciones. “Estas inversiones responden a una visión a largo plazo, con el objetivo de reforzar nuestra competitividad y capacidad de respuesta en un entorno cada vez más exigente y globalizado”.

En el ámbito operativo, Rem-Iru ha reforzado el área de plegado, lo que les permite abordar proyectos más complejos con mayor precisión y flexibilidad.

Mercados prioritarios

La apuesta estratégica de Rem-Iru pasa por reforzar su presencia en sectores con proyección de futuro como el ferroviario y las energías renovables. En este último campo, están presentes en desarrollos vinculados a la eólica, la solar y, más recientemente, al hidrogeno verde. “Son sectores alineados con los grandes retos de sostenibilidad a nivel global, en los que queremos tener un papel activo, aportando soluciones eficientes, fiables y adaptadas a las necesidades de cada cliente”.

Mientras tanto, en el ámbito ferroviario se centran en suministrar componentes de alto valor añadido a proyectos de movilidad sostenible. A nivel exterior, la internacionalización es, desde hace años, una palanca clave de su crecimiento. En la actualidad cuenta con presencia consolidada en mercados como Francia, Dinamarca y Finlandia, donde han establecido relaciones de largo recorrido. Como avanza Judith Ruiz, su objetivos es continuar fortaleciendo su red de agentes comerciales en esos países y explorar nuevas oportunidades que les permitan seguir ampliando su huella internacional. Rem-Iru es una empresa familiar fundada en el año 2000 por Roberto Ruiz, quien ya acumulaba cerca de tres décadas de experiencia en calderería. “25 años de trayectoria que nos llenan de orgullo. Han sido años intensos marcados por momentos de gran crecimiento y también por desafíos importantes que hemos sabido afrontar con compromiso, esfuerzo y visión”, afirma Judith Ruiz.

La empresa comenzó su actividad en un pabellón de 500 m² en Betoño, con una plantilla de cinco personas y maquinaria básica. Hoy, opera en manos de la segunda generación familiar desde unas instalaciones de más de 10.000 m² en Júndiz, y cuenta con 70 empleados.