Georgieva: “Estamos ante el entorno de políticas universalmente más complejo, jamás conocido”
El informe de primavera del FMI viene con rebajas en las previsiones de crecimiento de la economía mundial para el bienio 2022/23, del -0,8/-0,2% respectivamente. Así, el crecimiento global será del 3,6% en el bienio, en los países del euro será del 2,8/2,3%, en USA del 3,7/2,8% y en España del 4,8/4,3%. La inflación anual 2022 se situará en un 5,3% en la zona euro y España y en un 7,7% en USA, estimándose una importante caída para 2023.
La deuda pública/PIB a fin de año estará en los siguientes niveles: 123,7% en USA, 116,4% en España y 95,0% en la zona euro.
La directora del organismo, K. Georgieva, ha diagnosticado, que “estamos ante el entorno de políticas universalmente más complejo, jamás conocido”. Combatir la inflación sin sacrificar el crecimiento es el primer ejercicio complicado y más cuando la subida de precios viene impulsada desde la oferta energética y alimentaria. Una brusca retirada de estímulos monetarios provocaría una estanflación segura y una posible ruptura del euro.
En cuanto a la cadena de valor global, el Fondo apuesta por una mayor diversificación frente a los reflejos de repliegue nacional, lo que resulta complicado en un marco de polarización geopolítica. Otro tanto se puede argumentar de la propuesta del Fondo para evitar la erosión generalizada de las bases imponibles de la fiscalidad, que requiere un reforzamiento de la iniciativa global en el impuesto de sociedades y su traslado a otras figuras impositivas.
En esta misma línea, se nos recuerda que el compromiso climático es inabordable desde la fragmentación geopolítica. Preocupan también la situación financiera global, agravada por la guerra, y los efectos de las subidas de tipos en las economías emergentes. Concluye el informe que hará falta una mayor cooperación global basada en reglas y estamos en guerra.
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