El PMI manufacturero español lleva en fase expansiva todo el año pero el de la Eurozona...
El buen arranque de año de la manufactura española ha sorprendido y, aunque en menor medida que los servicios, el sector ha contribuido a la corrección al alza de las expectativas de crecimiento de la economía española que están revisando la mayor parte de los expertos. Una de las últimas entidades en plasmar esa mejora de las previsiones ha sido Laboral Kutxa, que ha elevado casi un punto, al 2,4 por ciento, la subida del PIB nacional para este 2024 (al 2% en el caso de la CAPV, seis décimas más que en su previsión de diciembre). Desde noviembre del año pasado, el PMI manufacturero español, un índice que se elabora a partir de información aportada por los responsables de compras del sector, no ha parado de crecer hasta mayo y, lo que es más importante, desde comienzos del presente ejercicio se encuentra por encima de la cuota de los 50 puntos, es decir, en fase expansiva.
En el caso de la Eurozona, la evolución de este indicador ha sido más irregular, dibujando dientes de sierra moderados desde el verano pasado, pero siempre por debajo de los 50 puntos o, lo que es lo mismo, en fase de contracción. La última caída se produjo, precisamente, el mes pasado. A tenor de los resultados de la primera parte del año, los augurios de mejora de la industria española parecen claros, aunque sería importante, especialmente en el caso de la vasca, que crece más moderadamente, que la europea termine de reafirmarse. La particular configuración del tejido industrial de la CAPV, orientado en gran medida a Alemania, que no pasa por su mejor momento económico, y con mayor peso de los bienes intermedios y de equipo, le está penalizando en la actual coyuntura. No obstante, nadie duda de que esta circunstancia volverá a favorecerle en un futuro cercano.
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