Un estudio encargado por el Ministerio de Trabajo a la OCDE presentado recientemente sitúa al País Vasco como la comunidad autónoma española con mayor productividad (PIB por trabajador), superando los 95.000 euros entre 2011 y 2019 a precios constantes de 2015. Le siguen en el ‘Top 3’ nacional Madrid y Navarra, que no llegan a los 95.000 (Cataluña ocupa la cuarta posición debajo de los 90.000 euros). El informe alerta sobre una ralentización del crecimiento de la productividad en España desde mediados de los años 90 del pasado siglo, en gran medida por la dificultad para adaptarse al cambio estructural impulsado por los avances tecnológicos y la globalización.
A modo de referencia, en los últimos años, la tasa de crecimiento de la productividad, medida en términos de producción total por hora trabajada, ha alcanzado tan solo una media del 0,5 por ciento anual en España, frente a un 1,2 por ciento en el conjunto de la OCDE. El desempeño en aspectos como la inversión, para impulsar la implantación de tecnologías de producción y prácticas de gestión avanzadas en las empresas, o la educación y la formación, a la hora de facilitar el tránsito de los jóvenes al mundo laboral (la FP es un caso paradigmático), han resultado claves para colocar a la CAPV a la cabeza de la productividad en España
Pero, lejos de caer en la autocomplacencia, el País Vasco ha de seguir trabajando duro y aspirar a más. El objetivo debería ser lograr situar la productividad del territorio, que en 2021 ascendió a 42,26 euros por hora trabajada, al nivel de regiones europeas referentes en el ámbito industrial como pueden ser, por ejemplo, la alemana de Baden-Württemberg (58,08 euros por hora) o la francesa de Rhône-Alpes (49,35 euros en 2022). Aún resta margen de mejora.
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