Más ingenieros

La mejora de la economía y su estabilidad a largo plazo dependen de un sector industrial potente y sólido. Una industria que requerirá de la simbiosis entre ingeniería y tecnología, dado que la tecnificación y la digitalización de las empresas es un fenómeno imparable. Lamentablemente, el rápido avance de la tecnología no discurre a la misma velocidad que los ingenieros necesarios para implementarla. El primer estudio elaborado por el Observatorio de la Ingeniería de España, en cuyo Consejo Rector participa la Facultad de Ingeniería de Deusto, ha puesto el punto sobre la ‘i’. Actualmente, en España hay 750.000 ingenieros, el 65 por ciento ingenieros técnicos, y el 20 por ciento mujeres, pero los cálculos apuntan a que en la próxima década se necesitarán 200.000 ingenieros más. Y este es el kid de la cuestión.

Durante la presentación del estudio, los expertos reunidos destacaron el principal problema al que se enfrenta la industria: la escasez de talento es una realidad de consecuencias graves que también afecta al ámbito de la ingeniería. En España hay cerca de 50 universidades y cuatro politécnicas que imparten formación en ingeniería en sus diferentes ramas, siendo las más extendidas históricamente: industriales, agrónomos, Caminos, Telecomunicación e Informática. El mundo académico está abriéndose cada vez más a especialidades en nuevas tecnologías para adaptarse a la evolución y necesidades del mercado. Pero el sector tiene falta de titulados, señaló el presidente de Ametic, Pedro Mier. “España es líder en abandono escolar y somos los últimos en graduados en FP, porque todavía se considera una vía de escape para los que no quieren estudiar”, mientras en Alemania gozan de prestigio social. La ingeniería en España tiene un fuerte reconocimiento internacional, pero el peso de la industria en el PIB ha descendido en los últimos 20 años del 19 por ciento al 14,7 por ciento. Hay más ingenieros en España por cada mil habitantes (15,7%) que en Francia (14,4%) o Italia, pero estamos por debajo de Alemania (20,4%). Si queremos atraer el talento de los más jóvenes y fidelizar a los ingenieros que hemos formado, se les tiene que ofrecer “buenos proyectos, que sean ilusionantes, con propósito y bien pagados”. Si no es así van a migrar física o telemáticamente, advirtió el responsable.

Combinación de Hard skills y Soft skills

Al mismo tiempo, los ingenieros se miden a un nuevo handicap. El futuro es cambiante y el ingeniero debe adaptarse e incluso anticiparse a él porque nos vamos a enfrentar a tecnologias que todavía no conocemos. En las universidades politécnicas ya se están preparando estudiantes para trabajos que hoy no existen. El trabajo será el aula del futuro. El perfil profesional de los ingenieros deberá ir evolucionando en función de los escenarios futuros. Ya no vale aducir ser de Ciencias, porque los trabajos serán híbridos y requerirán de ‘soft skills’ además de las ‘hard’, para combinar destreza intelectual y experiencia técnica en igual medida. Y de la misma manera, completar el conocimiento de base con otras habilidades para ser cada vez más transversales en las capacidades. Unos requisitos que, por otra parte, ya se están demandando en gran parte de las profesiones.

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