La noche de la empresa vasca 2022
REGISTRO

Futuro imperfecto, tormenta perfecta

Esperábamos todos que, tras estos dos años de olas pandémicas, vendría ahora un poco de calma, pero el invierno nos está...

This is some text inside of a div block.
Y el Mejor Empresario Vasco del Año 2021 es...
REGISTRO
Guillermo Dorronsoro
Colaborador
23/4/2024

Recuerdo que, cuando estudié los tiempos verbales, descubrí una conjugación que no había utilizado nunca en la vida real, el futuro perfecto (“yo hubiere estudiado”, “tú hubieres estudiado”, “él hubiere estudiado”, etc…). Es cierto que después me la he encontrado alguna vez en alguna sentencia legal (los abogados son corporativistas y por eso escriben de forma que, para entenderles, tengas que contratar a otro abogado). Que el futuro perfecto haya caído en desuso es una metáfora de la realidad, en la que perfección y futuro no parecen una combinación sencilla, y es mucho más común conjugar en el tiempo del futuro imperfecto.

Esperábamos todos que, tras estos dos años de olas pandémicas, vendría ahora un poco de calma, pero el invierno nos está dejando como herencia una triple tormenta: inflación segura y persistente, subidas de tipos de interés probables y un conflicto bélico en las puertas de Europa (la locura de los precios energéticos merecería un artículo propio). Para colmo, las sanciones económicas derivadas de la invasión de Ucrania están echando más madera al fuego de la inflación, que parece que este mes puede superar el 10%.

Es pronto para dejar previsiones o formular hipótesis. De momento lo que parece claro es que se equivocaban los que nos decían que Putin tomaría Ucrania en una semana, se fumaría un puro con las sanciones económicas (como hizo en el caso de Crimea), y vuelta a la “normalidad”. Sir Winston Churchil, premio Nobel de Literatura, tiene citas brillantes sobre muchas cuestiones. La guerra es una de ellas. “Nunca, nunca, nunca creas que cualquier guerra será fácil y sin problemas, o que cualquiera que se embarque en un viaje extraño puede controlar las mareas y los huracanes que encontrará. El estadista que cede a la fiebre de guerra debe darse cuenta de que una vez que se da la señal, ya no es el amo de la política, sino el esclavo de sucesos imprevisibles e incontrolables.”

En realidad, nadie sabe si estamos en un episodio de higiene doméstica en los satélites de la antigua URSS, o si en realidad nos estamos jugando el futuro de Europa. Ni siquiera podemos descartar que estemos asistiendo al enfrentamiento entre democracia y autocracia como modelos de gobierno global para el Siglo XXI y venideros, y detrás de Rusia viene China con dientes más largos y afilados… Lo único que podemos saber ahora con certeza, es que el futuro traerá cambios.

Parece claro que Europa dedicará cierta prioridad a librarse de dependencias de suministro de energía y materias primas, algo que nos sitúa en una posición de clara debilidad. Las cadenas de suministro globales van a la baja, la economía circular, al alza. El petróleo y el gas se han convertido en una soga al cuello, y las renovables en un chaleco salvavidas. Algunos también empezaban a decir que deberíamos repensar la energía nuclear, pero cuando Putin se ha puesto a bombardear las centrales ucranianas, parece que han decidido dejar el debate para un poco más adelante, cuando se disipe el polvo radiactivo. Otros piensan que es momento de incrementar los presupuestos de Defensa, porque fiarlo todo a la diplomacia ya se ve que no siempre resuelve. Alemania ya ha anunciado inversiones por 100.000 euros en maquinaria militar…

Habrá quien vea una ocasión de volver a la barra libre de la deuda para afrontar todos estos gastos extra, y habrá quien insista en que es momento de austeridad, limitar la deuda y subir de tipos de interés. Debates no van a faltar, eso parece claro…

De momento, entre tantas dudas, el 2022 está cogiendo un color más oscuro del que traía en cuanto a perspectivas económicas. No es momento de arrugarse, ni de hacer chistes. Miles de personas que se parecen mucho a ti y a mí, a nuestras familias, llevan días asomadas al abismo de la guerra, de la barbarie. Pensando en ellos, te dejo una cita de un suizo-francés-argentino, Enrique Pichon-Riviere, que me parece que viene a cuento: "En tiempos de incertidumbre y desesperanza, es imprescindible gestar proyectos colectivos desde donde planificar la esperanza junto a otros". Tenemos tarea.

Guillermo Dorronsoro

Doctor en Ingeniería Industrial e Ingeniería Mecánica. Al frente de Innobasque participó en la transformación del sistema de ciencia y tecnología de Euskadi.

LegalCookiesCondicionesSuscripcionesContactoNosotros

Todos los derechos reservados Industria y Comunicación S.A.