Hagamos justicia al talento y tod@s ganaremos.
Las empresas “con mayor diversidad de género en sus equipos directivos superan en rentabilidad a sus competidores”. Esta realidad, que no opinión, manifestada por la presidenta de Confebask, Tamara Yagüe, puso el broche de oro a la jornada sobre el “Liderazgo equilibrado de género en la empresa”, celebrada en el Palacio Euskalduna con motivo de la presentación del primer diagnóstico empresarial realizado en Euskadi sobre igualdad de género en las empresas.
Junto a la presidenta de Confebask estaba la presidenta de Adegi, Isabel Busto; dos referentes de prestigio y ejemplos de talento a los que la sociedad tanto necesita parecerse. Pero también a Begoña San Miguel, presidenta de la Federación Vizcaína del Metal, o a Carolina Pérez Toledo, a la que recientemente ha relevado en la presidencia de Cebek, Guillermo Buces; o a la directora general de Betsaide y presidenta de Asle, Beatriz González. Y a muchas otras mujeres cuyo liderazgo representa una muestra de su valía y una motivación para el resto. Una muestra que, sin embargo, sigue siendo reducida.
¿Cuántos cambios generacionales deben suceder?
Se ha avanzado en conciliación y en formación. Las empresas se muestran comprometidas con la igualdad de género y casi la mitad de ellas garantizan candidaturas paritarias. Sin embargo, ¿es todavía la exigencia de cumplir con una cuota la que determina la selección? No debería, pero lo cierto es que sí. La triste realidad es que muchas mujeres aún se ven abocadas a ‘pedir que les hagan sitio’ en la dirección de las empresas y, aún siendo brillantes, a “demostrar el doble para llegar a la mitad”.
Los consejos de administración, donde se toman las decisiones, continúan siendo un espacio ocupado, en su mayoría, por hombres. Y esta es una prueba de que la mentalidad general todavía no ha cambiado. Cuando parece demostrado que “los equipos diversos toman mejores decisiones, la mayor parte del tiempo”. Que el talento no tiene género es un axioma. Es casi como andar en bici o conducir. Debe salir solo, sin pensar. Pero no ocurre. Y tendrá que llover mucho para que suceda. Hay que insistir para lograr interiorizar en todas y cada una de las personas que integran la sociedad, que la equidad y el liderazgo equilibrado no es solo una necesidad, sino una ventaja competitiva que las empresas deben hacer realidad en toda su extensión.
Las organizaciones empresariales hace tiempo que están trabajando en ello, a través de programas de concienciación, en colaboración con las propias empresas, para trabajar desde el seno de las organizaciones, de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro. Pero, como suele ocurrir, también en otros foros, a veces el ‘runrun’ deja de surtir el efecto deseado. La realidad, hoy por hoy, es que las mujeres concentran su presencia en áreas de administración, finanzas o recursos humanos y se las ve muy poco en producción e informática. Por no hablar de que los hombres ganan un 9% más para igual tarea, aunque la brecha salarial es menor en Industria (aviso a navegantes) y mayor en Servicios. En definitiva, solo se trata es de dar a cada persona, sin importar su género, la oportunidad de aportar, de liderar, de innovar… y “hacer justicia al talento”. ¿Cuántos cambios generacionales deben suceder?
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