1.000.000

No mire la ‘primitiva’. El número que encabeza el artículo no va de ningún bote, ni lotería, ni de euros. Se trata de un número explícito y representativo. Casi una fotografía matemática. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. No lo creo. Hay escritores que con un párrafo dejan temblando al personal. Pero sí me parece que una imagen numérica se convierte en un titular frío y profundo, que aleja lo emocional y obliga a preguntarse qué sucede o a dónde vamos.

Este 1.000.000 es el resultado de una fórmula que recoge los errores de muchos años, en casi todas partes, aunque en unas más que en otras. ¿Qué es este 1.000.000 del que escribo? ¡Pues no es sólo uno...! 1.000.000 es ese récord magnífico de cotizantes a la Seguridad Social alcanzado en el País Vasco. Pero no solo eso. 1.000.000 también son los nuevos cotizantes a la Seguridad Social sumados por Madrid en la última década. ¡Vamos, en 10 años, en empleo, ha acumulado un País Vasco entero!

La pregunta que debemos hacernos es qué sucederá dentro de otra década si seguimos con las mismas directrices. Si ambas zonas mantienen sus exitosas políticas -ambas administraciones y sus votantes lo afirman-, en 2033, la CAV podría caer en cotizantes al 23% de los de Madrid. De 2013 a 2023, el tobogán nos llevó del 33% al 28%. El problema es que no debe descartarse que esta velocidad se acelere. En la última década, los cotizantes en Madrid crecieron al doble de ritmo que en el País Vasco (36,3% a 15,7%), pero en el último lustro casi lo triplicó (14,1% a 5,3%).

El resto de España, sin ambas comunidades, también nos dejó atrás: +26,35 y +8,8%, respectivamente. Evidentemente, para entusiasmar a las masas se necesita del incendiario verbo del orador, más que de una foto o, no digamos nada, de los números. Pero no piensen que este 1.000.000 es fruto del azar, o de la capitalidad. Reflexionen y busquen las razones, o los errores si prefieren.

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