Los efectos de la parada de la actividad económica durante el pasado mes de abril fueron especialmente devastadores para los fabricantes españoles de vehículos de motor, cuya cifra de negocio se hundió un 30 por ciento, según el lNE.
Los efectos de la parada de la actividad económica durante el pasado mes de abril, decretada con motivo de la pandemia, fueron especialmente devastadores pa ra los fabricantes españoles de vehículos de motor, cuya cifra de negocio se hundió un 30 por ciento, según el lNE. Una situación que tuvo su réplica en mayo con la segunda mayor caída de las matriculaciones de turismos de la serie histórica, por detrás de abril. Según Anfac se vendieron 34.337 unidades, un 72,7 por ciento menos que en el mismo mes del año anterior, y un 54,2 por ciento en el acumulado del año. Para encontrar una cifra tan baja, hay que retroceder hasta septiembre de 2012. Igual comportamiento se registró en Europa, donde las matriculaciones de turismos también se dejaron un 52,3 por ciento en mayo y un 41,5 por ciento en los cinco meses, hasta un total de 3.331,715 unidades, según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA).
Tras las ondas de choque de la crisis producidas entre mediados de marzo y mayo, ACEA espera que esta situación se alivie en cierta medida en los próximos meses, y que el escenario cambie de semblante, con medidas de estímulo desde la UE y los gobiernos nacionales.
España experimentó el mayor descenso entre los cuatro principales mercados europeos, seguida de Italia (-50,4%), Francia (-48,5%) y Alemania (-35%). Reino Unido también cayó un 51,4 por ciento. A la vista de los datos de los últimos meses, ACEA ha revisado su pronóstico de 2020 para las matriculaciones de turismos, que registrarán una caída récord del 25 por ciento hasta los 9,6 millones de unidades. Es decir, un recorte de más de 3 millones de coches respecto a los 12,8 millones vendidos en 2019. Tras las ondas de choque de la crisis producidas entre mediados de marzo y mayo, ACEA espera que esta situación se alivie en cierta medida en los próximos meses, y que el escenario cambie de semblante, con medidas de estímulo desde la UE y los gobiernos nacionales.
En la misma línea se han pronunciado las asociaciones de fabricantes de vehículos y componentes, Anfac y Sernauto, y las de distribución y comercialización de vehículos, Faconauto y Ganvam, que han valorado positivamente el plan de impulso de la cadena de valor de la industria de la automoción, dotado con 3.750 millones de euros, que “reconoce la importancia del sector como tractor de la economía y afronta el impacto de la crisis con una visión estratégica a medio plazo”. Instando, eso sí, a que las medidas se pongan en marcha cuanto antes. En mayo, la producción de vehículos se redujo un 68 por ciento respecto al mismo mes de 2019, según Anfac, llevando al acumulado del año a caer un 41,6 por ciento, hasta las 744.959 unidades. Hasta abril, el Icex refiere un retroceso del 28,6% de las exportaciones de vehículos, y del 31 por ciento para los componentes, mientras que la importación de piezas se dejó un 23 por ciento.
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