“La inflación es el gran reto a trabajar en 2023”

La segunda fundición más grande del País Vasco confirma un positivo comienzo de año con una cartera disparada por la alta demanda de sectores no ligados a automoción turismo, si bien sopesa los efectos del alza de los precios y la incertidumbre que se respira ante la sombra de la recesión en Europa

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BEATRIZ GONZÁLEZ
EMPRESA XXI
Y el Mejor Empresario Vasco del Año 2021 es...
REGISTRO

> El sector de la fundición cerró 2022 con un ligero aumento de la producción y la estabilización del empleo. Sin embargo, la crisis energética ha mermado significativamente los márgenes de beneficio. ¿Cómo se avecina el presente ejercicio?

El año 2022 fue un ejercicio con grandes variaciones de cartera que hizo que usáramos al máximo toda nuestra flexibilidad productiva. Quitando y poniendo turnos, tanto nosotros como toda nuestra cadena de proveedores, que es muy amplia. Este ejercicio, en el que inicialmente preveíamos una ralentización de nuestro mercado, está comenzando de una manera muy distinta y la cartera está disparada. La demanda de los sectores que no son automoción turismo está alta en los primeros meses del año. Sin embargo, la demanda a medio plazo sigue siendo una incógnita. En ese contexto, la energía sigue siendo un factor decisivo en nuestra rentabilidad y, desgraciadamente, algunos clientes con los que habíamos llegado a acuerdos para que nos pagaran el incremento energético, nos han comunicado que nos retiran este aumento de precio desde enero. Con lo que nuestra rentabilidad va a verse de nuevo afectada. Lo bueno es que este año el precio de la luz bajará, con lo que el diferencial será menor.

"Hemos creado 44 proyectos de mejora, en los que invertiremos tres millones de euros en 2023"

> Además de la factura energética, ¿qué otros problemas acechan al sector?

Sin duda, la inflación. Es el gran reto en 2023. Y es que ha impactado de manera importante en la subida salarial de Betsaide y de los proveedores, un alza que nuestros clientes no están dispuestos a pagar. Por esta razón, tenemos que trabajar con ellos en la subida de precios ligada a la inflación, aunque hay que tener en cuenta que muchos son extranjeros, donde la inflación ha sido incluso mayor que aquí. Por otro lado, la subida del transporte y embalajes nos está afectando fuerte en la cuenta de resultados. De modo que resulta muy desgastador trabajar en todo ese contexto descrito. La incertidumbre de final de año es otro de los desafíos del sector. De aquí a mediados de año vemos que la cartera de pedidos se mantiene, pero luego está la sombra de ralentización económica en Europa, y nosotros exportamos casi el cien por cien de lo que hacemos hacia Alemania, Suecia… por lo que si Europa se ralentiza, nosotros nos paramos. Y aunque la cartera está fuerte, da miedo que de repente se caiga, algo que veíamos el año pasado.

> Desde Betsaide, ¿cómo han esquivado la coyuntura del último año?

Hay tres factores que han sido claves. El primero de ellos, como ya he nombrado antes, la flexibilidad. Ser capaces de que la empresa siga la demanda de nuestro mercado. En segundo lugar, ser una piña. Ante un año lleno de problemas como la energía, la guerra en Ucrania (donde compramos una de nuestras materias primas), las huelgas…, las personas de Betsaide han sido una piña para hacer frente a todos estos retos. Somos una empresa social, una sociedad laboral que nació de una crisis y que se une y lucha unida en estos momentos de incertidumbre, defendiendo nuestros puestos de trabajo y nuestro futuro en Elorrio. Por último, es decisiva la mejora. Estamos esforzándonos por seguir mejorando y evolucionar en nuestra cultura de empresa. Pusimos en marcha más de 30 proyectos de mejora que han comenzado a dar sus frutos.

> La compañía ha apostado por dar un mayor valor añadido a sus piezas, así como por la eficiencia energética. ¿Qué proyectos marcarán 2023?

Hemos creado 44 proyectos de mejora, divididos en torno a cuatro ejes de trabajo: seguridad y mejora de las condiciones de trabajo; medio ambiente y sostenibilidad; automatización de procesos para la mejora de la competitividad; y fortalecimiento de la cadena de suministros. Todos los proyectos a ejecutar durante 2023 conllevarán una inversión de 3 millones de euros.

> En lo que respecta a la cadena de suministro, ¿qué planes contemplan?

Trabajamos de la mano de empresas que nos llevan más allá, como Geprom, de Telefónica Tech, que nos apoya en la digitalización y trazabilidad de la cadena de suministro. El año pasado, colaboramos con ellos la idea conceptual y ahora vamos a llevar a cabo la ejecución del proyecto, lo que nos posibilitará saber a tiempo real dónde y en qué operaciones se encuentra nuestro material una vez haya salido de Betsaide.

> ¿Y en el ámbito de la automatización?

Hemos diseñado un roadmap de cara a los próximos cuatro años para planificar cómo introducir robots en los puestos más penosos. En función de esa hoja de ruta, trabajamos con Ingenersun en la implantación de una segunda instalación de robots colaborativos tras poner en marcha con ellos una primera el pasado año, que ha ido muy bien. De hecho, para Betsaide ha sido un hito, ya que nos ha aportado mejoras a nivel de absentismo (14 por ciento en 2022) y de competitividad. Era un proyecto que daba mucho miedo, y la verdad es que ha ido fenomenal. También vamos a hacer una primera incursión en el ámbito de la visión artificial con la empresa CIM Technologies para la inspección de la calidad de las piezas.

> Betasaide es una empresa volcada en una continua optimización del proceso de fundición. ¿Qué actuaciones se prevén para seguir avanzando?

En este ámbito, para nosotros es fundamental el trabajo que realizamos junto al centro tecnológico Azterlan. Con ellos hemos llevado a cabo mejoras muy importantes en los últimos años, cuyos resultados ya vimos reflejados en 2022, por ejemplo, en el proceso de desmazarotado. Y continuamos trabajando con el centro metalúrgico en la optimización de la metalurgia, la digitalización y en los procesos de reciclado de arenas.

"Necesitamos que la normativa avance para nuestros residuos"

> Precisamente, la gestión de residuos es otra de las preocupaciones del sector de fundición. ¿En qué medida está afectando a la actividad?

En el País Vasco tenemos un problema de legislación importante. Somos una comunidad autónoma muy restrictiva, que nos sitúa en desventaja competitiva frente a otros lugares. Por ejemplo, la arena que aquí no se puede reutilizar en el firme de carreteras, sí se puede en Cataluña o en Francia. Es por ello que una de las peticiones que se persigue es que la normativa avance para que nuestros residuos puedan ser revalorizados. Necesitamos que la legislación nos ayude a convertir un residuo en algo revalorizable.

> En ese sentido, Betsaide ya viene trabajando en diversos proyectos...

Efectivamente. Betsaide es un gran reciclador, ya que nuestra materia prima es la chatarra. Nuestro producto parte de la chatarra residuo del proceso de estampación de piezas de automoción. Es decir, somos un gran agente de la economía circular del sector automoción. Lo malo es que nosotros generemos bastantes residuos también, como la arena. Por lo que estamos viendo cómo podemos introducirla de nuevo en el circuito A día de hoy, estamos implicados en la reutilización interna de nuestras arenas de moldeo como materia prima en nuestro proceso de fabricación de machos. En este sentido, hemos lanzado dos proyectos: ‘Arecicla’, que se encuentra en sus últimas fases para demostrar la viabilidad de la reutilización de las arenas de moldeo para la fabricación de machos; y la iniciativa ‘Hicore’, que busca el desarrollo de técnicas industriales para limpiar esa arena para la reutilización de dichas arenas en la producción de machos.

> El proyecto Hicore lo están ejecutando junto a Fagor Ederlan y Metal Smelting, con el apoyo de tecnológico de Azterlan. ¿En qué punto se encuentra?

En estos momentos, se están realizando pruebas de regeneración a escala reducida en tecnologías del tipo mecánicas y térmicas en Alemania y en Bélgica. El objetivo es seleccionar la combinación y modo de operación que mejor satisfaga los requisitos de calidad establecidos a las arenas regeneradas para la fabricación de machos en cada fundición. Paralelamente, se están estableciendo contactos con los principales proveedores de tecnologías industriales en Europa capaces de aportar o desarrollar las soluciones o procesos de regeneración seleccionados, y donde llevar a cabo las pruebas a mayor escala. Una vez se ha haya elegido la tecnología y el proveedor, veremos entre las tres fundiciones si podemos poner en marcha una instalación conjunta o hacerlo de manera individual.

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