Profundiza en la innovación con componentes orientados a la motorización del vehículo eléctrico y conectado
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Teknia, uno de los principales grupos vascos del sector de automoción, avanza en su estrategia de diversificación hacia el vehículo eléctrico y conectado. Esta acción, incluida dentro de su PE 2021-2024, otorga un gran papel a sus dos centros vizcaínos: Teknia Elorrio y Teknia Bilbao, que están en el origen de la corporación, como ha declarado a Empresa XXI el director Técnico y de Ingeniería del grupo, Michel Peña.
La exposición de Teknia en la transición del motor de explosión al vehículo eléctrico se puede calificar de baja, ya que “nuestros ingresos por estos componentes no llegan al 15 por ciento de la facturación total, mientras que el resto de las divisiones: interior, seguridad, frenos, o asientos mantendrán su cuota en las nuevas generaciones de automóviles”, resalta Michel Peña.
30 millones de euros facturan Teknia Bilbao y Teknia Elorrio
Esta posición, sin embargo, no ha impedido el diseño de un ambicioso plan para “diversificar y ampliar nuestra oferta al vehículo eléctrico, en la que están alineadas Teknia Bilbao y Teknia Elorrio, que emplean más de 230 profesionales y facturan 30 millones de euros anuales, cerca del 10 por ciento de los ingresos del grupo”.
Los pilares del proyecto se asentaron en agosto del pasado año. La adquisición de Mecanizados Bravo & Bippus (Ampuero, Cantabria), hoy rebautizada como Teknia Santander, extendió el catálogo de productos del grupo a la fabricación de ejes de motor, tanto para vehículos eléctricos como de combustión, mediante tecnologías de mecanizado, fresado, rectificado y tratamientos.
Esta compañía, al mismo tiempo, se unió a la división de negocio de mecanizado por decoletaje, formada por Teknia Bilbao y Teknia Barcelona. La integración de estas capacidades, como destaca Michel Peña, genera “importantes sinergias, especialmente entre las plantas de Abanto y Ciérvana y Ampuero, que nos permitirán crear una oferta específica para el motor de propulsión y para el resto de los motores y accionamientos eléctricos que equipan el vehículo eléctrico”.
Básicamente, Teknia Bilbao se beneficiará del know-how de Teknia Santander en la elaboración de estos ejes, al tiempo que aportará a la empresa cántabra su experiencia en el desarrollo de sistemas de control de calidad mediante visión artificial. El proyecto también contempla potenciar industrialmente la planta del polígono Abra Industrial, en la que en el futuro se fabricarán los ejes de mayores dimensiones, mientras que en Ampuero se producirán los diámetros medios y pequeños.
El responsable de Teknia destaca que “el volumen inversor quedará marcado por el resultado de las ofertas lanzadas. La respuesta del mercado, que esperamos sea positiva en varias de las propuestas, se reflejará industrialmente en un plazo de dos a tres años”. Esto supondría la integración en Bilbao de las células nuevas necesarias para la ejecución de los trabajos de mecanizado y tratamientos.
En el caso de Teknia Elorrio, la fortaleza de su ingeniería y capacidad de diseño y fabricación de soluciones ‘transfer’ para el mecanizado de tubos, “entre las más punteras de Europa”, como subraya Michel Peña, propiciará la adaptación de su oferta actual de tubos para la refrigeración de motores de explosión hacia nuevas familias de tubos pequeños para la refrigeración de las partes electrónicas de los motores eléctricos. “Estos productos también están en fase de oferta y se incluyen en alguno de los ‘Pertes’ para el VE y conectado”. En el caso de Elorrio, la joya de la corona: la fabricación de componentes de tubos pretensores de alta responsabilidad para los sistemas de cinturones de seguridad, no se verá impactada por el VE, dado que estos elementos equipan todos los automóviles, independientemente de su tecnología de propulsión.
Teknia, de esta forma, considera que las acciones en marcha, más las que implementen en el futuro, consolidarán una buena transición al vehículo eléctrico de sus planas vizcaínas. Un plan que, como detalla Michel Peña, también deberá beneficiarse del desarrollo de los diferentes ‘Pertes’ del Vehículo Eléctrico en España, aunque “estos planes, en los próximos trimestres, sobre todo consumirán horas de ingeniería en I+D y de desarrollo industrial, para transformarse en actividad industrial para la cadena de suministro en un plazo de dos o tres años”.
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