Tras alcanzar una facturación récord en 2021, afrontan los próximos años con el reto de consolidar su estrategia de diversificación y fortalecimiento de sus catálogos
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Izar Cutting Tools, a pesar de la crisis pandémica, no ha frenado su ciclo alcista de ventas. La compañía vizcaína, así, no solo superó el impacto de la Covid-19, sino que en 2021 registró “el mejor resultado de su historia” con una facturación de 35 millones de euros, un 19 por ciento más que en 2020. Además, el ejercicio 2022, en palabras del director general de Izar, Carlos Pujana, “será un año interesante”, aunque marcado por “la tormenta perfecta” surgida de la tendencia al alza de los costes de materias primas, energía, fletes, etc. Por lo que, como mínimo, tratarán de repetir las cifras de 2021.
Especializada en la fabricación de herramientas de corte para usos industrial y profesional, como destacan desde Izar, “la capacidad y excelencia en calidad y servicio de Izar en ámbitos de mantenimiento, reparación y usuario doméstico, nos ha permitido seguir creciendo en línea con la estrategia y abordar la última fase del plan 2019- 2022”. Al mismo tiempo, han empezado a preparar la nueva reflexión estratégica para los próximos tres años, con el foco puesto en su dimensionamiento, la diversificación en productos y mercados y el fortalecimiento de los catálogos de herramientas.
Enmarcadas en el catálogo industrial para el usuario final, las próximas acciones de Izar se dirigirán a la culminación del proyecto estratégico para el impulso del metal duro, un material utilizado en el mecanizado de materiales resistentes, como el acero al carbono, y orientado hacia grandes series de producción. El plan, avalado por el 3i de la Diputación vizcaína, persigue duplicar la fabricación de herramientas con metal duro para acceder a la gran industria del mecanizado y posicionarse en este mercado en crecimiento.
Para ello, desde 2020 han dedicado una inversión de 2,5 millones de euros a la adquisición de seis máquinas, de los que 1,7 millones se destinarán este año a la incorporación de dos células más, previsiblemente tras el verano, y una central de filtración de aceite para la recuperación de polvo de rectificado, que completará la última fase del proyecto. Según señala el director adjunto de Izar, Oscar de Manuel, el objetivo es poder cubrir la demanda de un mundo nuevo de materiales, como polímeros, alumínicos o fundiciones, entre otros, utilizados en diferentes sectores como el aeronáutico. De esta manera, en dos o tres años, prevén elevar del 10 al 20 por ciento el porcentaje de la facturación correspondiente al área de fabricación de herramientas con metal duro.
Esta estrategia les permitirá, asimismo, incrementar su presencia en Francia, donde a pesar de formar parte de su mercado natural, deberá superar gracias al metal duro, la cifra de negocio de España, a medio plazo. En este plan de internacionalización, contemplan asimismo abrir el canal profesional en Italia y fortalecer el mercado norteamericano a través de México, donde persiguen buscar mercados alternativos a Estados Unidos, e introducirse con los dos catálogos de herramientas.
La constante renovación y ampliación del parque de máquinas que realiza Izar, en línea con su estrategia de crecimiento orgánico, exige una progresiva reconfiguración de las instalaciones de producción y logística de Boroa, donde cuentan con una superficie de 13.000 m2 construidos, siguiendo la metodología Lean Manufacturing. Este proceso permitirá habilitar una nueva zona de calidad, donde esperan la incorporación de una nueva máquina de testeo y pruebas, así como la intensa mejora en el servicio alcanzada en el área logística, en la que han pasado de cuatro a seis almacenes verticales, dos de ellos de doble capacidad. En esta división, la optimización de la zona de preparación de pedidos ha agilizado la fase de distribución pasando de 3.500 a 5.000 líneas de pedido de brocas en dos turnos, un proceso que seguirá mejorando con el próximo fortalecimiento del centro de consolidación de pedidos y la mejora del empaquetado y envío.
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