Betsaide camina hacia la recuperación avanzada de arenas

Betsaide, a punto de cumplir 33 años de historia como sociedad laboral especializada en la fundición de hierro nodular, afronta su transformación integral a medio y largo plazo con el fin de construir un proyecto común de futuro, según explica a este periódico su consejera delegada para asuntos societarios, Estibaliz Egidazu. “Se abre una etapa en la que se implantarán diversas estrategias de cambio en los ámbitos organizativo y societario para posibilitar la integración del compromiso de las personas y los clientes”.

El inicio de esa metamorfosis se desarrollará en el marco de su plan estratégico 2021-2023, un trienio en el que la economía circular y la sostenibilidad protagonizarán gran parte de las inversiones a efectuar durante ese periodo de tiempo. Y es que uno de sus grandes proyectos será la puesta en marcha de una instalación avanzada para el tratamiento y la recuperación de arenas de fundición, lo que conllevará un esfuerzo inversor de varios millones de euros.

Como afirma la directora general de Betsaide, Beatriz González, se trata del proyecto más relevante a acometer en los próximos tres años, ya que la compañía introduce en su proceso diario 50 Tn de arena para la fabricación de machos, una cantidad de arenas y finos blancos que tras ser utilizados tienen como destino el vertedero, con unos costes que se han multiplicado en los últimos años, especialmente tras la clausura del de Zaldibar, además del nuevo impositivo legal existente sobre los vertederos.

El proyecto se encuentra en la actualidad en fase de definición de las instalaciones para recuperar esa arena de forma interna, así como del desarrollo de otros usos, por ejemplo para morteros. En este proceso, trabajan con diversos proveedores a nivel internacional de la mano del centro tecnológico Azterlan, a la vez que han comenzado a dar los primeros pasos y contactos para poder configurar un proyecto multifundición con el propósito de crear una planta para procesar las arenas de varias fundiciones.

Betsaide, como empresa inversora que es en desarrollo, según afirma su directora, continuará dedicando recursos a proyectos que mejoren los parámetros de rechazo y rendimiento productivo, además de proseguir con su firme apuesta por la digitalización, emprendida ya en el anterior plan estratégico. Con una inversión anual de en torno a los tres millones de euros, la hoja de ruta a seguir hasta el año 2023 se centrará en proyectos de automatización de procesos, lo que conllevará la adquisición de diversa maquinaria, así como en la mejora del proceso a partir de los múltiples datos que disponen. Durante los últimos años, Betsaide ha implantado diferentes sistemas de Big Data para la predicción, el análisis en tiempo real de los datos y la anticipación a los problemas con una toma de decisiones más preventiva y eficiente.

Iberdrola modifica unilateralmente su contrato PPA

Y ahora van a dar un paso más allá con la introducción de algoritmos de Inteligencia Artificial a partir de todos los datos que manejan. En esta línea de trabajo, ya han comenzado a desarrollar un proyecto junto a Azterlan y Vicomtech. La compañía ejecutará todo el plan inversor previsto pese a la incertidumbre reinante en el mercado, caracterizado por el aumento de las materias primas y un incremento sin precedentes del precio de la energía. Una coyuntura que les ha situado en una delicada posición. Como explica Beatriz González, “en el ámbito de la energía, donde las fundiciones somos grandes consumidores, hace año y medio firmamos un acuerdo PPA (Power Purchase Agreeent) con Iberdrola para asegurar nuestro suministro des de una fuente renovable. Pero desgraciadamente, como para muchas otras empresas, este acuerdo se ha visto modificado en las últimas semanas de manera unilateral, situando a la empresa en una situación económica muy complicada. Nos cuesta comprender cómo una empresa que ha hecho los deberes en cuestión de transición energética, estamos siendo penalizados y dañados”.

Betsaide atraviesa esta delicada situación tras haber mantenido su actividad durante la pandemia gracias a la diversificación de su negocio, cuyos ingresos proceden un 30 por ciento de automoción, un 40 por ciento de vehículo industrial y el 30 por ciento restante de otros sectores. Ha acometido, a su vez, y con el respaldo del EVE, proyectos de eficiencia energética, como la implantación de aero-refrigeradores de mayor rendimiento.

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