Diversificación y crecimiento, tanto orgánico como inorgánico, han marcado el paso del cuarto de siglo que Docuworld Packaging celebra este año. El grupo vasco, líder nacional en el sector de la impresión, ha pasado de facturar poco más de 7 millones de euros, en sus inicios, a superar los 66 millones durante el pasado ejercicio. La inversión y la apertura de nuevas líneas de negocio, como la impresión de etiquetas adhesivas y la fabricación de estuches plegables de cartón, han resultado claves en el devenir de la empresa. Su presidente, José Ramón Benito, que también preside la Asociación Española de Envases de Cartón Plegables (ASPACK), repasa estos 25 años de una empresa con historia. En Docuworld Packaging están de aniversario

¿A qué se dedica exactamente el grupo y cuáles fueron sus orígenes?

Somos una empresa de artes gráficas que nació en 1999 de la necesidad y supervivencia de dos imprentas centenarias: Imprenta Universal (Derio), propiedad de la Familia Benito, y Sánchez Román (Oiartzun), propiedad de la sociedad de capital Talde. Ambas se dedicaban a la impresión de documentos para impresoras matriciales de ordenador, como cartas, facturas, albaranes, recibos, impuestos…. productos todos en desaparición a corto plazo por la implantación de Internet en todos los ámbitos de la sociedad. El objetivo era encontrar productos gráficos impresos alternativos para poder dar continuidad a la actividad de las dos empresas.

¿Cómo fue la situación de partida y en qué se enfocaron al principio?

Nacimos como una sociedad matriz con una facturación agregada de 7,3 millones de euros, un Ebitda sobre ventas del 12 por ciento y 72 empleados en los dos centros de producción. Las primeras tareas que llevamos a cabo fueron la realización del primer plan estratégico (1999-2002), por un lado, y la definición de las fortalezas y debilidades del nuevo grupo, por otro.

"Docuworld nace con una facturación de 7,3 millones, un Ebitda sobre ventas del 12% y 72 empleados en dos centro de producción"

Destacaría que Docuworld Packaging nació con fortalezas financieras, al estar muy capitalizadas las dos empresas, así como con una cultura industrial muy importante en calidad (ISO 9001) y productividad. Sin embargo, contaba con una importante debilidad: culturas distintas en las dos empresas. Una, familiar, cercana y con una estructura plana. Y la otra sindicalizada y jerarquizada. Esta reflexión nos ayudó a no cometer futuros errores y acertar en las oportunidades que visionamos.

¿Cuáles fueron esas oportunidades y de qué manera las encararon?

Sin duda, observamos gran potencial en el negocio de la impresión de etiquetas adhesivas y estuches plegables de cartón. Para abordarlo, invertimos en la adquisición de varias empresas familiares. La primera operación, en 2000, fue la compra de Navarra de Etiquetajes (Estella). Le siguieron, en 2001, la compra de Graficer (Madrid), dedicada a la impresión de formularios, y un año después, en 2002, la de Eman (Usurbil), especializada en la fabricación de estuches. La adquisición de Graficer nos permitió fortalecer nuestra presencia gráfica en una zona vital para el producto tradicional, ya que muchas empresas y estamentos oficiales estaban centralizados en la capital.