Basque Automotive Manufacturing Center, impulsado por Mercedes-Benz, Gestamp y MB Sistemas, acelerará tecnológicamente la industria de automoción vasca a través de la implantación de un modelo de investigación colaborativa en toda la red de proveedores. El centro abrirá sus puertas en seis meses con activos tecnológicos por valor de 22,89 millones euros. Nos lo cuenta Mariluz Villamor, CEO de BAM
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> ¿Qué es BAM?
BAM (Basque Automotive Manufacturing Center) es un centro único que ejerce de acelerador tecnológico para permitir a a la industria de automoción vasca avanzar en competitividad. Es una iniciativa público-privada impulsada por tres socios industriales que son Mercedes-Benz, Gestamp y MB Sistemas, con el respaldo del Gobierno vasco y la Diputación Foral de Álava. La iniciativa surge al albur del gran proyecto en torno al vehículo eléctrico, que está desarrollando Mercedes-Benz en su planta de Vitoria, y tiene como objetivo llegar a probar nuevas tecnologías de fabricación y al mismo tiempo impulsar a las empresas vascas de automoción.
> ¿Qué se va a hacer en el centro?
El centro divide su actividad en tres áreas principales: el área de innovación o investigación, que es donde tendríamos los activos tecnológicos en los que vamos a hacer proyectos de investigación colaborativa entre los socios para aportar soluciones tecnológicas a sus necesidades de fabricación; el área de BAM Academy, en la que transferiremos el conocimiento a la industria a través de la impartición de másteres que sirvan de puente entre los ingenieros que salen de las facultades y las necesidades del sector automoción a nivel de procesos; y el área de servicios, que permitirá a los proveedores del mundo de la automoción acercarse a BAM y beneficiarse de ese conocimiento y de esos proyectos de investigación a través de la contratación de servicios derivados de ellos.
> ¿Cómo colaboran los tres socios en esa búsqueda conjunta de soluciones?
Se crean grupos de trabajo conjuntos en torno a las principales áreas de investigación. Y ahí se van compartiendo los retos y necesidades y se van diseñando las soluciones. Una vez nos traslademos al edificio de BAM llevaremos allí a cabo las pruebas de concepto nuevo de las soluciones que se vayan desarrollando.
"El objetivo es resolver los retos en fabricación avanzada a través de la innovación colaborativa"
> ¿Cómo se va a trabajar?
En línea con la fabricación avanzada, BAM ofrecerá soluciones de innovación tecnológica a los distintos retos que plantea el eléctrico. En ese sentido, nos hemos dotado de un amplio catálogo de activos tecnológicos que permitirá a los socios probar entre las distintas opciones que ofrece el mercado la que mejor se adapte a su producto. La investigación no va a consistir solo en crear innovaciones sino en también en testear soluciones avanzadas ya existentes en prototipos adaptados a cada socio.
> ¿Cuáles son las principales áreas de investigación?
Las áreas de investigación coinciden con los elementos clave del proceso productivo. Son el área de logística inteligente, el área de fabricación avanzada inteligente y flexible, el aseguramiento de la calidad y la ergonomía.
> ¿Cómo se articula la participación de otras empresas en el proyecto?
La propuesta de valor para las pymes es el acceso a través del centro a una tecnología en la que no van a poder invertir pero que quieren conocer y ver qué le aporta. Es el caso, por ejemplo, del túnel de visión en el que una compañía interesada podría testar la calidad de la superficie de su producto y conocer así sus ventajas.
> ¿Cuál es el objetivo último de BAM?
Ayudar con nuestra colaboración a que la CAV tenga proveedores de automoción cada vez más modernos, digitales, flexibles y eficientes. De esta manera, seremos más competitivos en el mercado del VEC.
"Resulta necesario cambiar el ‘mindset’ y compartir conocimiento entre los integrantes de la cadena de valor"
> ¿Cómo entronca en ese objetivo la marcada esencia colaborativa del proyecto?
Para fabricar un vehículo eléctrico competitivo, un objetivo en el que están implicados los miles de agentes que integran su cadena de valor, resulta necesario cambiar el ‘mindset’ y hacer las cosas compartiendo conocimiento. Para ello es necesaria cierta amplitud de miras, comprender que no somos únicos, que es un tema de buscar la competitividad de todo nuestro entorno y de generar y contribuir a ese ecosistema.
> ¿La asociación, el trabajo conjunto de los socios, constituye la fórmula para lograr una cadena de valor que avance en paralelo?
Sí. De momento vamos paso a paso. Hemos comenzado por el fabricante, un proveedor de componentes y una ingeniería. Y, a medio plazo, estamos abiertos a la incorporación de nuevos socios. Lo que está claro es que para que tu fábrica sea óptima, tu cadena de valor tiene que mantenerse cercana a ti y con un nivel de fabricación avanzada y flexible. Que si tú pegas el salto, tu red de proveedores también lo haga. Sólo a través de la transformación de la cadena de valor podremos competir con fabricantes de otras latitudes, que ya trabajan con esa premisa de compartir conocimiento.
> ¿El hecho de que el Gobierno vasco y la Diputación de Álava se hayan sumado al proyecto incide en su condición tractora en Euskadi?
Sí, se trata de que las 300 empresas de automoción que hay en Euskadi, según datos de ACICAE, sean cada vez más competitivas a través del trabajo en esas innovaciones que las catapultan a ser más eficientes. Nuestro objetivo es también servir de acelerador tecnológico del sector vasco de automoción en su conjunto.
> ¿Qué otras entidades participan?
Se trata de un proyecto abierto a todo el ecosistema, en el que también participan los centros tecnológicos como entidades colaboradoras que se integran en los proyectos de los socios para contribuir a que salgan adelante. También participan algunos proveedores implicados en esos desarrollos que pueden funcionar como partners tecnológicos. Con las universidades, por ejemplo, colaboramos en el diseño de los másteres que vamos a impartir.
> En relación al futuro equipamiento, ¿qué relevancia van a tener los activos tecnológicos?
Constituirán la zona de laboratorio, que con 9.000 m2 de los 14.000 m2 de superficie total, ocupará la gran mayoría del espacio de la planta baja del edificio. Suponen una inversión de 22,89 millones de euros. Una vez instalados, convertirán la planta en una especie de nave industrial del futuro. Dispondrá de una amplia sección dedicada a las tecnologías de uniones híbridas que estará dotada con siete unidades de celdas de diferentes tipos de soldadura. Contará, además, con un túnel de visión artificial, sistemas de fabricación flexible, recreaciones de líneas de producción a través de la tecnología de gemelo digital, entornos virtuales para la valoración ergonómica de los puestos de trabajo, etcétera.
"Los activos tecnológicos constituirán el núcleo del nuevo edificio"
> Por áreas de innovación, ¿qué tecnologías principales ofertará el BAM?
El área de logística inteligente dispondrá de soluciones para el mantenimiento de contenedores, sistemas de binpicking o robotización de suministro a línea. Por su parte, la de fabricación avanzada inteligente abarcará las tecnologías especializadas en uniones híbridas acero-aluminio, sistemas de fabricación avanzada flexible o gestión de datos de proceso de fabricación para la toma de decisiones utilizando la IA y la ciencia de datos. El área de aseguramiento de calidad contará con un túnel de visión artificial para el control del acabado superficial de la carrocería, y en ergonomía se trabajará con realidad virtual.
> El VEC introduce cambios sustanciales en la fabricación.
La Van eléctrica y los modelos de combustión comparten líneas en una producción flexible. Por otra parte, un VEC tiene aproximadamente un 30% menos de componentes que un vehículo de combustión. Además, para fabricar un VEC deben tenerse en cuenta los requisitos de tener componentes de alta tensión en el proceso productivo.
> ¿Cuáles son sus principales retos?
La soldadura es uno de los procesos que mayores retos plantea. El elevado peso de las baterías, por encima de los 500 kg, obliga a que el resto de los componentes sean ligeros y a fabricarlos para ello con aluminio u otras aleaciones. El desafío está en la soldadura de estos materiales con el acero, que es una unión híbrida que requiere una solución tecnológica diferente a la que se utiliza para las uniones clásicas más conocidas. Existe un rango de soluciones muy amplio, del que BAM ofrecerá hasta siete variantes diferentes. Además de la posibilidad que se ofrece a los socios de buscar la que mejor se adapte a su producto, el centro permitirá que los trabajadores de esas empresas puedan formarse en esa tecnología y estar preparados para cuando se implante en la planta.
> Pese a que el VEC no deja de evolucionar, las ventas no terminan de despegar...
Algunos de los problemas que plantea el eléctrico de cara a su implantación tienen que ver con temas de fabricación, pero otros muchos son ajenos a ella. Es el caso del desarrollo de las infraestructuras de carga, de la propia red eléctrica, de que tengas puntos de carga en tu edificio y que sea viable, del diseño de componentes como las baterías que garanticen autonomías elevadas, etcétera. Nosotros podemos influir en que la fabricación sea lo mas eficiente posible, pero en otros aspectos son otros los que tienen que favorecer.
> ¿Cómo ve la evolución del eléctrico tras los dos últimos años de parón?
Hay numerosos factores que apuntan a que va experimentar una buena evolución. Por una parte, el incremento de la matriculación que ha experimentado en países europeos como Países Bajos, Noruega o Alemania. Por otro, el notable aumento del vehículo híbrido en España, que muchos ven como el tránsito necesario entre el vehículo de transición y el VEC.
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