José Ramón Fernández de Barrena Bermejo (Irún, 1968), director ejecutivo de Grupo Uvesco, se ha apoyado en la cultura propia de la compañía para crecer contracorriente de mercado. En 2018, consolidó una red de 220 supermercados y 4.869 empleos.
Pedro Garaygordobil Gómez (Abanto y Zierbena, 1940) responde al prototipo de empresario hecho a sí mismo. Dirige Zamakona Yards, que emplea a 1.000 trabajadores (directos y subcontratas) y que factura de media anual más de 150 millones de euros.
Javier Roquero Ussia (Donostia, 1960), confundador y director general de Salto Systems, líder mundial en la fabricación de sistemas de acceso electrónicos. En 15 años, crearon un grupo con una plantilla de 500 trabajadores y unas ventas de 115 millones.
Antón Pradera Jáuregui (Gernika, 1955) se ha convertido en un referente de la industria de componentes del automóvil. En 20 años ha liderado la construcción de un Grupo que factura 2.600 millones con una cultura propia y una gestión original.
Eduardo Junkera Pérez ha dinamizado sus proyectos empresariales con la mecánica de precisión y ultraprecisión como guías. Su experiencia industrial desde 1970 se refrendó con la creación de DMP (1999) y Egile Corporation (2005).
Amaya Telleria Altuna compró un pequeño taller mecánico en quiebra en 1958 que ha transformado en un grupo auxiliar de automoción con fábricas en País Vasco, Galicia, Brasil, Eslovaquia y México, y que emplea a más de 750 profesionales.
Carlos Delclaux Zulueta dirige Vidrala desde 2002, año en el que fue nombrado presidente. En este período ha gestionado con éxito la expansión internacional del grupo con la que ha duplicado su tamaño y consolidado más de 1.900 empleos.
José Javier Arteche (q.e.p.d.) acumula 40 años en la empresa familiar Arteche. Bajo su dirección el grupo amplió la internacionalización y diversificación, y se consolidó el relevo generacional hacia la tercera generación.
Jorge Sendagorta Gomendio ha conseguido en sus 25 años de gestión profesionalizar la gobernanza de una empresa familiar como Sener y transformarla en un grupo industrial diversificado hacia la aeronáutica, las renovables y el medio ambiente.
Javier Ormazabal Ocerin (q.e.p.d), fundador del Grupo Ormazabal, es el XIX Mejor Empresario Vasco por transformar una pequeña empresa familiar en referencia europea en los bienes de equipo y soluciones para las redes eléctrica.
Norberto Santiago, presidente de ZIV, ganó el XVIII Mejor Empresario Vasco por su apuesta por la innovación, la internacionalización, la gestión descentralizada y la colaboración, que llevaron a ZIV a duplicar sus ventas en los últimos cuatro años.
El vizcaíno Iñaki López Gandásegui, presidente de Aernnova y XVII Mejor Empresario Vasco, recurrió a su “capacidad de rebeldía y a su orgullo por el trabajo realizado”, para transitar de “la posición de directivo a la de empresario”.
Jaime Echevarría Abona (q.e.p.d.), presidente de los grupos Iberpapel- Papelera Guipuzcoana de Zicuñaga y Viscofán, fue distinguido con el XVI Mejor Empresario Vasco por la visión estratégica que ha sabido aportar a sus empresas.
Alejandro Aznar Sainz, presidente de Remolcadores Ibaizabal y Marqués de Riscal, combina una gestión ortodoxa y una apuesta por la innovación, con lo que revolucionó en una década el negocio en dos sectores tradicionales como el naviero y el vinícola.
El trabajo de José María Baztarrica al frente de CAF llevó la compañía de estar a un paso de la quiebra en los 80 a convertirse en un fabricante de referencia. Este aval se ha enriquecido con la apuesta innovadora en todas las tecnologías del tren.
Ricardo Benedí atesoró en 2003 más de 30 años de actividad empresarial que transformaron una empresa familiar en el Grupo Benedí, que debió cambiar de productos y mercados, al tiempo que lideró la creación de empleo en la Margen Izquierda.
Juan José Iribecampos (q.e.p.d.), director general de Condesa, fue designado MEV’2002 en el Arriaga el 27 de octubre de 2003. El Jurado valoró su apuesta por la profesionalización de la empresa familiar y el riesgo asumido en su expansión.
El presidente de Guascor, Joseba Mikel Grajales, recibió el premio MEV por su “capacidad para que una empresa en crisis multiplique ventas por 20 en ocho años y su plantilla por 5”, lo que son méritos que caracterizan a un gran empresario.
La X edición destacó la labor de Koldo Saratxaga en la coordinación del proyecto Irizar, “la virtud -según el Jurado- de crear un equipo capaz de triunfar en ligas internacionales, consiguiendo lo mejor de cada una de las personas”.
La configuración de un grupo basado en el desarrollo y la creación de soluciones tecnológicas propias ha marcado toda la actividad de Javier Madariaga al frente de Ingelectric Team. El Jurado, además, destacó su apuesta por “el largo plazo”.
El premio de 1998 concluyó con Pedro Luis Uriarte, vicepresidente y consejero delegado de BBV, como MEV. El Jurado valoró la “profesionalidad, visión estratégica, perseverancia y calidad humana con la que lidera un proyecto ambicioso”.
Alejandro Echevarría, consejero delegado del Grupo Correo, recibió el MEV por su “labor continuada en el impulso de un proyecto innovador y de una política de expansión hacia la creación de un gran grupo en el mundo de la comunicación”.
Javier Berasategui (q.e.p.d.) fue designado como MEV por la huella empresarial que dejó con la creación del Grupo TTT dado “su empuje y carácter emprendedor” que le llevó a perfeccionar al máximo el negocio de los tratamientos térmicos.
Iñaki Latxaga, impulsor de Albacora, fue reconocido por el Jurado por “su compromiso con el entorno, vocación mundial, sencillez, dimensión empresarial, agudeza intelectual e intuición”. Todo confirmado con el reflotamiento de Sálica.
La IV edición del MEV sirvió para reconocer a Jesús Guibert (q.e.p.d.), responsable de Marcial Ucín. El Jurado destacó “su trayectoria empresarial ejemplar y su capacidad de asumir riesgos y de ser competitivo en cualquier circunstancia”.
Con la elección de José Miguel Zaldo como Mejor Empresario Vasco, el Jurado destacó su labor al frente de Tavex, “su fórmula nueva de desarrollar proyectos empresariales en un momento social poco propicio para nuevas vocaciones”.
La II edición del Mejor Empresario Vasco distinguió la trayectoria de Cesáreo García (q.d.e.p.) en los aceros especiales al frente de Afora y GSB, política que luego se plasmó en la convergencia con el grupo Egaña en CIE Automotive.
Los lectores de EMPRESA XXI eligieron a Alvaro Azpeitia como primer MEV en 1991. La creación de la gula, realizada por Angulas Aguinaga, supuso una revolución y la plasmación del ingenio empresarial para enfrentarse a todos los obstáculos.
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José Ramón Fernández de Barrena Bermejo (Irún, 1968), director ejecutivo de Grupo Uvesco, se ha apoyado en la cultura propia de la compañía para crecer contracorriente de mercado. En 2018, consolidó una red de 220 supermercados y 4.869 empleos.
Pedro Garaygordobil Gómez (Abanto y Zierbena, 1940) responde al prototipo de empresario hecho a sí mismo. Dirige Zamakona Yards, que emplea a 1.000 trabajadores (directos y subcontratas) y que factura de media anual más de 150 millones de euros.
Javier Roquero Ussia (Donostia, 1960), confundador y director general de Salto Systems, líder mundial en la fabricación de sistemas de acceso electrónicos. En 15 años, crearon un grupo con una plantilla de 500 trabajadores y unas ventas de 115 millones.
Antón Pradera Jáuregui (Gernika, 1955) se ha convertido en un referente de la industria de componentes del automóvil. En 20 años ha liderado la construcción de un Grupo que factura 2.600 millones con una cultura propia y una gestión original.
Eduardo Junkera Pérez ha dinamizado sus proyectos empresariales con la mecánica de precisión y ultraprecisión como guías. Su experiencia industrial desde 1970 se refrendó con la creación de DMP (1999) y Egile Corporation (2005).
Amaya Telleria Altuna compró un pequeño taller mecánico en quiebra en 1958 que ha transformado en un grupo auxiliar de automoción con fábricas en País Vasco, Galicia, Brasil, Eslovaquia y México, y que emplea a más de 750 profesionales.
Carlos Delclaux Zulueta dirige Vidrala desde 2002, año en el que fue nombrado presidente. En este período ha gestionado con éxito la expansión internacional del grupo con la que ha duplicado su tamaño y consolidado más de 1.900 empleos.
José Javier Arteche (q.e.p.d.) acumula 40 años en la empresa familiar Arteche. Bajo su dirección el grupo amplió la internacionalización y diversificación, y se consolidó el relevo generacional hacia la tercera generación.
Jorge Sendagorta Gomendio ha conseguido en sus 25 años de gestión profesionalizar la gobernanza de una empresa familiar como Sener y transformarla en un grupo industrial diversificado hacia la aeronáutica, las renovables y el medio ambiente.
Javier Ormazabal Ocerin (q.e.p.d), fundador del Grupo Ormazabal, es el XIX Mejor Empresario Vasco por transformar una pequeña empresa familiar en referencia europea en los bienes de equipo y soluciones para las redes eléctrica.
Norberto Santiago, presidente de ZIV, ganó el XVIII Mejor Empresario Vasco por su apuesta por la innovación, la internacionalización, la gestión descentralizada y la colaboración, que llevaron a ZIV a duplicar sus ventas en los últimos cuatro años.
El vizcaíno Iñaki López Gandásegui, presidente de Aernnova y XVII Mejor Empresario Vasco, recurrió a su “capacidad de rebeldía y a su orgullo por el trabajo realizado”, para transitar de “la posición de directivo a la de empresario”.
Jaime Echevarría Abona (q.e.p.d.), presidente de los grupos Iberpapel- Papelera Guipuzcoana de Zicuñaga y Viscofán, fue distinguido con el XVI Mejor Empresario Vasco por la visión estratégica que ha sabido aportar a sus empresas.
Alejandro Aznar Sainz, presidente de Remolcadores Ibaizabal y Marqués de Riscal, combina una gestión ortodoxa y una apuesta por la innovación, con lo que revolucionó en una década el negocio en dos sectores tradicionales como el naviero y el vinícola.
El trabajo de José María Baztarrica al frente de CAF llevó la compañía de estar a un paso de la quiebra en los 80 a convertirse en un fabricante de referencia. Este aval se ha enriquecido con la apuesta innovadora en todas las tecnologías del tren.
Ricardo Benedí atesoró en 2003 más de 30 años de actividad empresarial que transformaron una empresa familiar en el Grupo Benedí, que debió cambiar de productos y mercados, al tiempo que lideró la creación de empleo en la Margen Izquierda.
Juan José Iribecampos (q.e.p.d.), director general de Condesa, fue designado MEV’2002 en el Arriaga el 27 de octubre de 2003. El Jurado valoró su apuesta por la profesionalización de la empresa familiar y el riesgo asumido en su expansión.
El presidente de Guascor, Joseba Mikel Grajales, recibió el premio MEV por su “capacidad para que una empresa en crisis multiplique ventas por 20 en ocho años y su plantilla por 5”, lo que son méritos que caracterizan a un gran empresario.
La X edición destacó la labor de Koldo Saratxaga en la coordinación del proyecto Irizar, “la virtud -según el Jurado- de crear un equipo capaz de triunfar en ligas internacionales, consiguiendo lo mejor de cada una de las personas”.
La configuración de un grupo basado en el desarrollo y la creación de soluciones tecnológicas propias ha marcado toda la actividad de Javier Madariaga al frente de Ingelectric Team. El Jurado, además, destacó su apuesta por “el largo plazo”.
El premio de 1998 concluyó con Pedro Luis Uriarte, vicepresidente y consejero delegado de BBV, como MEV. El Jurado valoró la “profesionalidad, visión estratégica, perseverancia y calidad humana con la que lidera un proyecto ambicioso”.
Alejandro Echevarría, consejero delegado del Grupo Correo, recibió el MEV por su “labor continuada en el impulso de un proyecto innovador y de una política de expansión hacia la creación de un gran grupo en el mundo de la comunicación”.
Javier Berasategui (q.e.p.d.) fue designado como MEV por la huella empresarial que dejó con la creación del Grupo TTT dado “su empuje y carácter emprendedor” que le llevó a perfeccionar al máximo el negocio de los tratamientos térmicos.
Iñaki Latxaga, impulsor de Albacora, fue reconocido por el Jurado por “su compromiso con el entorno, vocación mundial, sencillez, dimensión empresarial, agudeza intelectual e intuición”. Todo confirmado con el reflotamiento de Sálica.
La IV edición del MEV sirvió para reconocer a Jesús Guibert (q.e.p.d.), responsable de Marcial Ucín. El Jurado destacó “su trayectoria empresarial ejemplar y su capacidad de asumir riesgos y de ser competitivo en cualquier circunstancia”.
Con la elección de José Miguel Zaldo como Mejor Empresario Vasco, el Jurado destacó su labor al frente de Tavex, “su fórmula nueva de desarrollar proyectos empresariales en un momento social poco propicio para nuevas vocaciones”.
La II edición del Mejor Empresario Vasco distinguió la trayectoria de Cesáreo García (q.d.e.p.) en los aceros especiales al frente de Afora y GSB, política que luego se plasmó en la convergencia con el grupo Egaña en CIE Automotive.
Los lectores de EMPRESA XXI eligieron a Alvaro Azpeitia como primer MEV en 1991. La creación de la gula, realizada por Angulas Aguinaga, supuso una revolución y la plasmación del ingenio empresarial para enfrentarse a todos los obstáculos.